La Fiscalía de Menores tiene previsto pedir inicialmente el internamiento como medida cautelar para el joven de 17 años, R.V.R, detenido este jueves en relación con la muerte de María Esther Jiménez, la niña de la localidad malagueña de Arriate de 13 años, según han informado fuentes judiciales a Europa Press.
Las fuentes han explicado que el planteamiento inicial es pedir dicha medida cautelar aunque el menor tendrá que ser oído en declaración y se tendrá que examinar el atestado de la Guardia Civil, en cualquier caso han apuntado que no se agotará el plazo que tiene el Ministerio Fiscal para hacer la propuesta.
Será el juez de menores el que decida la medida cautelar a imponer. Según prevé la Ley del Menor el tiempo máximo de la medida cautelar de internamiento será de seis meses y podrá prorrogarse tres meses más. El menor ha llegado al juzgado para pasar a disposición de la fiscalía de menores.
El menor se habría acogido a su derecho a no declarar ante la Guardia Civil. Además, se habrían hallado restos en una zapatilla deportiva del menor durante el registro y que podría ser de sangre, restos que, al parecer, quizás habría también en alguna ropa.
Este jueves poco antes del mediodía, varios agentes de la Guardia Civil vestidos de paisano entraron en una vivienda situada en el centro de la localidad, que, posteriormente, fue acordonada por los efectivos, y donde fue detenido el joven, de 17 años, que, según los vecinos, tiene dos hermanas, es una persona normal y trabajaba con su padre en la construcción.
Muchos de los vecinos de la localidad serrana e incluso de otros municipios cercanos se trasladaron hasta la calle donde se estaba realizando el registro y la detención del menor y se mostraron entre conmocionados y aliviados, indicando que el joven, al que han descrito como corpulento, "es un chico normal y de una familia normal".
