La Fiscalía de Sevilla ha solicitado 23 años de cárcel y el pago de una indemnización de 152.000 euros para un joven de 29 años, identificado como Jorge M.R., acusado de asesinar a plena luz del día a un amigo en Los Palacios y Villafranca tras dispararle un tiro en el pecho con una escopeta que había comprado el día antes, careciendo además de licencia de armas para ello.
Según relata el Ministerio Público en su escrito de acusación, al que ha tenido acceso Europa Press, el acusado, "por motivos no determinados, concibió la idea de matar" a su amigo, F.P.C., de 35 años de edad, por lo que el día 16 de octubre de 2009 adquirió en una armería del municipio una escopeta semiautomática careciendo para ello de licencia de armas, "por lo que fingió que el comprador era su padre, quien sí disponía licencia de armas".
De este modo, mostró el DNI y el permiso de armas de su padre y, "tras llevarse el documento de transferencia del arma" con membrete de la Dirección General de la Policía y de la Guardia Civil, a presentar posteriormente ante la Intervención de Armas, "lo devolvió después de firmar como comprador imitando la firma de su padre".
Al día siguiente, 17 de octubre de 2009, el imputado contactó con la víctima, fue a buscarlo a su casa en el vehículo de su novia y le llevó en el mismo hasta un lugar "despoblado" ubicado en una zona conocida como 'La Espartalera', del cual las viviendas más cercanas distaban más de 500 metros. Una vez allí, entre la 13,20 y las 14,00 horas, estando los dos fuera del coche, el acusado sacó del mismo la escopeta, "que llevaba preparada y cargada".
"SIN POSIBILIDAD DE REACCION"
Tras ello, "y con el ánimo de causarle la muerte", disparó "a corta distancia" a la víctima en el pecho, "sin que ésta tuviera posibilidad alguna de reacción, por lo que aún cuando trató en vano de protegerse el pecho con el brazo izquierdo, no pudo evitar el fatal desenlace", ya que falleció a consecuencia del disparo.
El fiscal indica que el acusado se dirigió a las 00,30 horas del 18 de octubre de 2009 hasta el cuartel de la Guardia Civil de la localidad y acompañó a una patrulla hasta el lugar donde se hallaba el cadáver, no obstante lo cual, una vez detenido, se acogió a su derecho a no declarar ante la Guardia Civil, "efectuando posteriormente ante el Juzgado distintas declaraciones contradictorias, dando versiones mendaces con finalidad exculpatoria".
Añade que el 9 de febrero de 2010 se realizó en nombre del imputado un ingreso de 30.000 euros en la cuenta del Juzgado en concepto de indemnización de responsabilidad civil, "sin que la entrega de dicha nimia cantidad fuera ofrecida directamente a la familia del fallecido ni tuviera otra finalidad distinta que la de lograr una atenuación de la responsabilidad criminal".
SIN ALTERACION PSIQUICA
El fiscal pone de manifiesto que el acusado, que será juzgado por un jurado popular a partir del día 27 de enero de 2012, "no presentaba al tiempo de cometer los hechos ni posteriormente ninguna anomalía ni alteración psíquica que influyera sobre su capacidad intelectiva ni volitiva, comprendiendo la ilicitud de su acción y queriendo su resultado".
Por estos hechos, el fiscal pide para el acusado 20 años de cárcel por un delito de asesinato; dos años de prisión y el pago de una multa de 1.620 euros por un delito de falsificación de documento oficial, y un año de cárcel por un delito de tenencia ilícita de armas, así como el pago de una indemnización de 130.000 euros a los padres de la víctima y de 22.000 euros a su hermano menor de edad.
