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La flamenca del escaparate

Verónica Rivero baila sevillanas tras el cristal de una tienda de souvenirs del Paseo de Colón, fascinando a los turistas y formando atascos. Mírela cara a cara, que es la primera.

el 20 abr 2010 / 20:16 h.

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Ya se sabe que estas cosas ocurren a diario por el mundo occidental, donde han llegado a verse desde señoras que se publicitan a sí mismas hasta individuos en pijama promocionando un colchón. Pero en Sevilla, donde lo más vivo que han mostrado nunca los escaparates han sido la iguana del Carrefour y los ateneístas medio disecados de cuando el Ateneo estaba en Tetuán, una joven y jacarandosa flamenca bailando sevillanas tras la luna de un comercio de souvenirs llamado Sevilla is different es más que una revolución del marketing: es un montón de gente con las narices pegadas a la luna y toda la cara de Pepe Isbert en una tienda de televisores en blanco y negro: el vivo rostro de la sorpresa.

 "Hasta una despedida de soltera ha entrado a hacerse fotos conmigo", comenta, divertida, Verónica Rivero, la bailaora titular de este espectáculo de marketing al que a veces se suma Pilar Reyes, para marcarse ambas un bailecito. Fuera, de vez en cuando, se oye un frenazo o un pitido salvaje para que arranque de una vez el del coche de delante, que se ha quedado de piedra, allí clavado: "Espero que un día no haya un accidente", bromea Verónica, "porque algunos de los que van en coche no quieren pasar de largo y se quedan ahí a mirar".

"Verónica es muy simpática. Además, era bailaora profesional", comenta Ignacio Andrés, el dueño de esta tienda. En realidad no lo era: lo es; lo que sucede es que la burbuja también le estalló en la cara al flamenco y ahora lleva la joven dos años en dique seco, como ella misma dice, a la espera de que algún empresario que pase por allí tome nota de su talento. Que ya hay que tenerlo. Tendría usted que verla,  sola en ese tablao, moviendo los volantes y haciendo palmas, dándose unas pasaditas con el abanico ("porque vaya calor que hace, con los focos") y animando a la gente a pararse y a entrar. Incluso a bailar con ella un ratito. De modo que si ve un charco delante del escaparate, es que se ha derretido allí de gusto una excursión entera de japoneses.

Verónica e Ignacio son amigos y han ideado este modo de atrapar la atención de la gente no sólo por motivos pecuniarios ("quiera que no, esto es un negocio y también se hace por eso", dice él), sino también como un engranaje más del atractivo y la hospitalidad de Sevilla; de su imagen ante el exterior, que si bien ya va sobrada nunca está de más que le echen una manita de vez en cuando. "Se trata de aportar algo", explica el dueño. "La gente no para de hacerse fotos ante el escaparate y yo creo que eso es bueno para todos, no sólo para el establecimiento."

Desde el sábado, y mientras dure la Feria, el número 14 del Paseo de Colón mostrará un trocito de alegría primaveral para todo el que quiera disfrutar con ella. Y si no tiene caseta a la que ir, lo mismo hasta se lo pasa mejor y, aunque no haya gambas, se le queda una estampa grabada para la posteridad. Tenga en cuenta que aquí la especialidad son los recuerdos.

De utilidad:

Qué: La flamenca del escaparate.
Quién: Verónica Rivero Vázquez.
Dónde: En Sevilla is different, una tienda de souvenirs sevillanos en el Paseo de Colón, 14.
Cuándo: Todos los días, de 13 a 14 y de 17.30 a 18.30 horas.
Cómo: Ella, vestida de flamenca, baila tras la luna del escaparate. Usted puede elegir entre pasar de largo, detenerse a mirar, llevarse allí todo el rato haciendo fotos o meterse en la tienda e invitarla a un bailecito por sevillanas.
Por qué: Para revitalizar el negocio, el turismo y la imagen de Sevilla.

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