- ¿Cómo está viviendo el presidente del Sevilla este comienzo de temporada?
- El inicio ha sido malo. No hay que andar con paños calientes. El año pasado tampoco tuvimos un comienzo bueno: empatamos en Santander, que quizá es peor que perder el Valencia. Lo que hay que hacer es rectificar los errores de todo nivel que se produjeron en el primer partido. Pero esto es muy largo, quedan 37 jornadas y todavía tiene que alterarse mucho el estado de la clasificación.
- Más allá del hecho de perder, la imagen no fue la esperada...
- A mí no me gustó el equipo desde el inicio hasta el final. Además, no hizo el juego al que nos tenía acostumbrado en pretemporada y había planificado el entrenador. El Sevilla que tenemos que ver es el de la primera parte del Carranza ante el Deportivo o el de la segunda de ese mismo trofeo ante el Valencia. Desafortunadamente, esa forma de jugar no se vio en Valencia y, además, perdimos, con lo que tiene el acicate de que sólo se puede calificar negativamente la puesta en escena.
- Se ha hablado mucho del planteamiento de Jiménez. A usted no le agrada entrar en ese tema, pero ¿qué opina al respecto?
- El Sevilla, afortunadamente, se ha convertido en uno de los grandes de España. La pasada temporada, el tercer mejor equipo de la Liga. Hemos configurado una plantilla lo suficientemente competitiva como para seguir siendo el tercero, y eso conlleva que cuando se juega mal y se pierde haya debate, en algunos casos áspero y ácido, en torno al equipo y al entrenador. Pero estamos acostumbrados; llevamos año y medio peleando contra eso.
- ¿Le ha sorprendido la reacción en contra del técnico?
- A mí no me han sorprendido las críticas exacerbadas hacia el entrenador y el equipo, por ese orden. Sabíamos que se iban a producir a las primeras de cambio y en el momento en que llegase una derrota, máxime una jugando tan mal como en Valencia, pero con eso hay que luchar.
- ¿Y cuál cree que es la forma de poner remedio a esto, a esta agria situación que se crea?
- Jugar bien y ganar. Esa es la forma de remediarlo.
- La afición pide ganar y también ver buen fútbol...
- La gente pide que se gane como el año pasado y se juegue un poquito mejor de lo que se hizo entonces. Y está en su derecho. Y nosotros lo respetamos. Y luchamos todos para que eso se consiga.
- ¿A usted le gustaría también que el equipo jugase mejor o prefiere no valorar este asunto?
-A mí me gustaría que el equipo ganase siempre y, después, si es posible, que jugara como esos dos momentos que le he comentado del Trofeo Carranza.
- Dice que esperaba esta situación. ¿Habrá crispación cada vez que se pierda?
- La temporada pasada dije que cada vez que perdamos quería que hubiese una crisis, porque eso sólo lo padecen y sufren los equipos grandes. Y es lo que ha ocurrido. Hay debate porque todos los sevillistas, todos los críticos deportivos y todos los técnicos de este país creen que el Sevilla tiene una de las mejores plantillas, y siempre que se pierda habrá debate.
- ¿Le preocupa la brecha que se abre en el sevillismo por las diferentes opiniones que genera la figura de Jiménez?
- Soy sevillista desde hace muchos años y sé que sólo se logran los objetivos cuando todos remamos juntos en el mismo sentido. Creo que aun cuando bien es cierto que el socio tiene el derecho a la crítica, porque además la afición es soberana, también entiendo como sevillista de a pie y presidente que tenemos la obligación de apoyar al equipo. Sólo así conseguiremos victorias. Eso no quita que al acabar el partido tengamos la capacidad y el derecho de criticar todo aquello que no nos guste. Y lo aplaudo. Y es verdad también que esta situación, que ya se produjo la pasada campaña, crea un enfrentamiento entre distintos sectores que en ningún caso es bueno para la sociedad. Y es que es difícil acabar con él. Le puedo contar cientos de anécdotas. La más cercana, la de Juande, cuando le gritaron, en la sexta jornada 'Caparrós, Caparrós, Caparrós' y terminamos ganando la UEFA.
- ¿Cómo ve a Jiménez?
- Le veo tranquilo, consciente, sereno y sabiendo las cosas que hay que modificar para que el equipo gane y juegue bien.
- La pasada temporada fue espléndida lejos de casa y, por el contrario, en el Sánchez Pizjuán no tan buena, algo que quizá acentúa ese malestar...
- El entrenador es consciente de que hay que mejorar los números de la temporada pasada, la segunda mejor marca de la historia, 70 puntos, y para ello hay que ganar más partidos. Poder mantener esas diez victorias lejos de casa y arroparlas con más en nuestro estadio sería lo ideal.
- ¿Qué le diría al sevillismo en vísperas de recibir al Zaragoza?
- Le pido a mi afición que sea consciente de que con su calor, apoyo y aplauso nuestros futbolistas juegan más tranquilos, más seguros y más confiados.
- El objetivo es luchar con los de arriba, pero ¿no se ha abierto una brecha entre Barcelona y Real Madrid y el resto de clubes por la inversión realizada?
- Históricamente, el fútbol español va detrás del inglés unos años, cuatro, cinco, seis u ocho, y esa brecha que se abrió hace tiempo, y que ahora parece que será más corta entre los cuatro grandes, se está abriendo aquí entre esos seis equipos que están sistemáticamente arriba y el resto. Personalmente, creo que se va a seguir abriendo. Espero, y para eso hemos trabajado, que el Sevilla esté arriba.
- ¿Qué le pareció el sorteo de la Liga de Campeones?
-Yo creo que hemos tenido fortuna, pero en cualquier caso Rangers y Stuttgart se han reforzado en esta fase final de la inscripción de futbolistas con otros buenos jugadores. El equipo alemán, precisamente, con uno al que el Sevilla pretendía, como es Kuzmanovic. Hay que respetar a los rivales, pero hay que aspirar a clasificarse en los primeros puestos.
- ¿Por qué no le fichó?
- Porque el Sevilla pretendía una cesión con opción de compra y la Fiorentina sólo contemplaba su venta, y entendimos que ya habíamos realizado la inversión suficiente para este campeonato.
- Usted ha comentado que le gustaría alcanzar los cuartos de final de la Champions...
-El Sevilla se ha planificado este año para llegar, cuando menos, a cuartos de final de la Copa de Europa, y todo lo que no sea lograr esa clasificación sería no cumplir el objetivo en esta competición.
- ¿Le dolería especialmente no lograrlo por lo que ha costado estar en la Champions?
- No es que me doliera, es que no cumpliríamos el objetivo empresarial. Económica y deportivamente dolería desde el punto de vista de que vamos a tener un presupuesto de 110 millones, y eso es más que suficiente para llegar a esas alturas de la competición.
- ¿Pesa marcar esos objetivos para un entrenador?
- Los entrenadores que ganan mucho dinero tienen que saber vivir con la presión. El Sevilla es un club grande y todos estamos presionados, desde el presidente hasta el utillero.
- ¿Por qué no se fue Chevantón?
- Muy sencillo: porque el Bolonia ofreció una cesión a coste cero. Es decir, ellos pagaban la cantidad de cero euros. Y el Sevilla consideró esa oferta vergonzosa, irrisoria y rechazable. Para pagarlos y que lo disfrute otro club, lo pagamos y disfrutamos nosotros.
- ¿Cómo ha quedado al final el capítulo de socios y cómo valora la venta de euroabonos?
- Se han perdido alrededor de 2.500 socios en relación a la anterior campaña. Y, además, en las zonas caras. La única lectura es que la crisis ha azotado al Sevilla. De una lista de espera de siete mil aficionados sólo quinientos han suscrito su carnet porque todos querían las zonas baratas. En cuanto al euroabono, el 93% de los socios lo ha comprado. Pusimos los precios en atención a ellos y se puede decir que eran casi regalados, y la respuesta ha sido muy positiva.