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La fórmula del buen periodismo

El Correo celebró ayer en la Facultad de Comunicación de la Universidad de Sevilla una jornada en la que periodistas nacionales y extranjeros reflexionaron sobre el futuro del periódico de papel y el avance del formato digital. La principal mesa redonda estuvo compuesta por representantes de El País, La Vanguardia, Soitu.es y The Guardian.

el 16 sep 2009 / 02:21 h.

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"Podemos hacer lo mismo que hemos hecho desde el principio: contar historias. No importa el vestido si tenemos qué contar". Las palabras del corresponsal de The Guardian son el denominador común de una mesa redonda sesuda, a ratos descorazonadora y a ratos esperanzada, sobre el periodismo en papel y el digital. 400 alumnos tomaron buena nota.

La jornada organizada por El Correo de Andalucía causó expectación en la Facultad de Comunicación de la Universidad de Sevilla. En su salón de actos, cerca de 400 estudiantes se agolparon para escuchar cómo firmas de referencia del periodismo nacional y extranjero se sentaban a discutir por dónde va el periodismo y por dónde irá dentro de un mes, de un año, de diez. El gran debate que vertebró la mañana fue la pelea entre prensa en papel y prensa digital, pero la guerra, planteada como blancos y negros, acabó en tablas. Los grises que aguardaban a mitad de camino ganaron la batalla y acabaron por poner de acuerdo a los cuatro ponentes de la mesa central. Una idea estaba clara: se haga como se haga, el buen periodismo no se pierde si se mantienen las ganas de contar, las historias y las garantías de que lo que se transmite es veraz, es serio, es riguroso.

Bajo la moderación del subdirector de El Correo, Juan Carlos Blanco, abrió el fuego Vicente Jiménez, director adjunto de El País. Reconoció que "los buenos tiempos para la prensa en papel se han ido, se acabó la fiesta", que "ha cambiado el paradigma pero aún estamos en una nebulosa en la que nadie encuentra el camino" y que internet aún no es una solución a la crisis del periodismo, "porque nadie ha logrado rentabilizar sus medios digitales", y si un medio no es rentable -repitió insistente- "no es independiente". "Eso es lo que está en juego, que mantengamos los periódicos independientes para no perder este espacio de democracia. Sólo resistirá la veracidad, la honestidad y la rigurosidad si hay rentabilidad. Y eso hoy no existe en internet. Lo que hay son toneladas ingentes de basura y ejercicios de filibusterismo", añadió.

Le siguió Enric Juliana, director adjunto de La Vanguardia, que defendió su apuesta por el papel pero eludió la confrontación con lo digital; a su juicio, los nubarrones para el periodismo se deben a la crisis económica general y al "estrangulamiento" de los medios. "Lo que tenemos que hacer es trabajar con dignidad, lo mejor posible, aún en tiempos de austeridad", propuso. La polémica vino con Gumersindo Lafuente, director del portal Soitu.es, quien defendió la libertad que aporta internet a la prensa, las "oportunidades" que genera y el "protagonismo" que logra la sociedad. "Todo hay que comprobarlo y tamizarlo, como en el periodismo en papel, pero nunca como ahora hemos tenido tantas posibilidades. Y el modelo puede ser rentable", dijo. El corresponsal de The Guardian y colaborador de The Economist, Giles Tremlett, equilibró la balanza defendiendo el papel de la prensa tradicional pero asegurando que su hermanamiento con las web es fructífero: "Se crean noticias, se rescatan noticias, los lectores hacen noticias y contamos lo que antes no podíamos. Es una buena comunión", resumió.

En un corto plazo, los cuatro pintaron un panorama con menos cabeceras de periódico, menos páginas y "más creadores de información que fabricantes o carpinteros de páginas". Sobrevivirán los que logren "incidencia, voz propia y prestigio" y, sobre todo, "los que sigan haciendo cosas buenas". "El buen periodismo quedará, sea como sea. El malo desaparecerá rápido". Como desde hace 200 años.

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