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"La FP básica será una vía muerta donde obtener un titulillo para repartir pizzas"

La exdirectora general de Formación del Profesorado entre 2004 y 2008 ha reunido a 40 teóricos de la enseñanza en torno a un manifiesto crítico con la reforma escolar

el 11 nov 2012 / 20:00 h.

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Carmen Rodríguez, profesora de Didáctica en la Universidad de Málaga y exdirectora general en Consejería de Educación.

Los principales teóricos de la enseñanza del país -exmiembros del Ministerio de Educación, de varias consejerías del ramo, profesores universitarios, catedráticos y periodistas especializados- se han reunido en Sevilla para consensuar un duro manifiesto crítico contra la reforma educativa del Gobierno, en fase de tramitación. A todos los ha reunido una mujer, Carmen Rodríguez, profesora de Didáctica en la Universidad de Málaga, exdirectora general de Innovación Educativa y Formación del Profesorado, y de Ordenación y Evaluación entre 2004 y 2008. Ella y el catedrático José Gimeno Sacristán, uno de los ideólogos de la LOGSE, impulsan el grupo de 40 expertos que ha redactado el manifiesto Por otra política educativa.


-¿Cómo nace el foro Por otra política educativa?
-Nace de una conversación entre el profesor Gimeno y yo. Estábamos inquietos por lo que traerá la LOMCE (Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa) y decidimos que no bastaba con manifestarnos junto a profesores y alumnos. No hay un análisis sólido de educación en nuestro país. Existe, pero está muy desarticulado. En España hay gente muy buena que trabaja en educación (periodistas, profesores, movimientos de renovación pedagógica...), pero sus tesis no tienen calado en la sociedad y queremos crear una base común de pensamiento que sirva de referencia. El manifiesto expone unos principios básicos con propuestas para un sistema de educación estable, no va en contra directamente de la LOMCE, aunque sí pensamos que esta ley es opuesta a los principios de la educación de calidad.


-El manifiesto acusa a la ley de ser "revanchista". ¿Por qué?
-La ley surge en un momento de crisis, algunos lo llaman el capitalismo del desastre, pero se están planteando ideologías neoliberales que no tienen nada que ver con la crisis. Pasamos de buscar un pacto de Estado para que la educación no se utilizara como arma política a presentar directamente un anteproyecto sin ningún debate. Los que dieron la espalda al pacto imponen rápido sus ideas para evitar el fracaso escolar, y en realidad van a acentuarlo. En el pacto no hubo voluntad política por todas las partes. Debieron blindar los presupuestos educativos, pero ni PP ni PSOE han hecho suficientes esfuerzos.


-¿Cómo cree que percibe la sociedad española el estado de la educación en este país?
-La gente tiene claro que las leyes se repiten y nada mejora. Hay un sentimiento pesimista que no reconoce todo lo que hemos avanzado desde la Dictadura, de ser una sociedad casi analfabeta hasta lograr un nivel razonable. Hay gran confusión porque mucha gente cree que la educación está muy mal, pero al mismo tiempo dicen que el colegio de su niño está muy bien. La gente critica la educación en abstracto.


-La elevada tasa de fracaso escolar y abandono o el paro juvenil, ¿son razones suficientes para volver a cambiar la ley?
-Quiero diferenciar el paro juvenil con las tasas de fracaso. Lo primero tiene que ver con la crisis y la falta de tejido productivo de este país, no siempre toda la culpa la tiene la educación. Las tasas de fracaso y abandono sí son responsabilidad nuestra. Las repeticiones son las más altas de Europa y esto es una barbaridad. En un tercio de los países europeos no existe la repetición, se les pone refuerzos a los que más dificultades tienen.


-¿Por qué les preocupa tanto que se adelante a los 13 años el momento de elegir entre FP y Universidad? En Alemania eligen a los 9 años...
-Eso sólo pasa en algunos lander alemanes. Nos preocupa porque se clasifica a los alumnos a edades muy tempranas, cuando todavía puede cambiar mucho su afición por los estudios. Se les segrega de forma irreversible y se diseña una FP para los peores, diferenciando entre la vía académica y la aplicada. Pretenden mandar a los niños de 2o de ESO a la FP básica, una vía en la que ni siquiera tienen opción a lograr el graduado, es una vía muerta donde obtendrán un titulillo que acredite que han aprendido a repartir pizzas. La FP básica sólo busca quitarse de en medio a los niños con peores resultados.


-El manifiesto es muy críticos con los contenidos que se enseñan, ¿eso es culpa de la ley?
-No sólo. Había que haber planteado este debate también con la LOE. Para hacer una reforma educativa que de verdad tenga impacto en la escuela es imperativo cambiar dos elementos: el currículum y la formación del profesorado. El currículum es excesivamente detallado en España, deja poco margen al maestro. En Francia son unos puntos mínimos, no te especifica lo que tienes que enseñar en clase. Aquí lo que hace el profesor está predeterminado por ley, muy encorsetado. Especificamos tanto lo que se debe enseñar que al final son contenidos descontextualizados y sin sentido y los maestros se quejan de que en un trimestre tienen que dar muchas cosas inconexas.


-Muchos expertos dicen que son los libros de texto los que determinan cómo se enseña.
-Cierto, son los libros de texto, pero también un currículum muy rígido. Cuando hay un currículum tan extensivo y centralizado, el profesor debe tirar mucho de los manuales. Así se consiguen maestros menos cualificados. Un currículum más básico da al profesor más libertad para innovar, pero también exige un profesional preparado y comprometido.


-Los principales problemas que descubren en la nueva ley, ¿estaban resueltos en la LOE?
-No. Hay problemas endémicos que no dependen de la ley. El tema de itinerarios no estaba legislado antes, pero sabemos que existen segregaciones internas en algunos centros, hay de hecho clasificación de alumnos por rendimientos escolares. En muchos institutos existe el primero A, B, y C, y en cada grupo hay un tipo de alumnado. Son prácticas habituales y es difícil de controlar. No sé hasta qué punto está generalizado, pero sé que sobre todo en Secundaria existe.


-¿Los itinerarios son necesariamente malos?
-Separar a los buenos de los malos no favorece a la exigencia al esfuerzo, lo correcto es que haya diversidad dentro del aula. Los grupos diversos tienden a fortalecerse más. Que los inmigrantes estén fuera de los concertados o separar alumnos de alumnas no es correcto. Estamos acostumbrados a un currículum tan homogéneo, que cualquier persona que difiera de la otra parece un perjuicio de la clase.

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