Los alumnos de grado superior de FP tendrán que examinarse de hasta cuatro materias modales de Bachillerato si quieren competir en igualdad de condiciones para acceder a la Universidad. El Ministerio de Educación les ha retirado el privilegio del año pasado que permitió a muchos acceder a carreras con números clausus sin necesidad de examinarse.
Con el nuevo sistema siguen sin tener que hacer la selectividad obligatoria. Pero si esperan pelear por una plaza de Medicina, Biotecnología o alguna de las carreras con más demanda, tendrán que hacer la prueba voluntaria para subir su media de FP. Eso les obligará a volver a prepararse materias de Bachillerato que hace al menos dos años que no estudian.
La llamada selectividad de FP, que el Gobierno central anunció el pasado septiembre, tendrá los mismos exámenes y contenidos que la prueba específica de Bachillerato. En ambos casos es un examen para subir nota, un plus que los bachilleres sumarán a la media que hayan obtenido en la prueba genérica de selectividad, y los de FP a la media que sacaron en el ciclo formativo.
Se sabía que los técnicos de FP tendrían una prueba propia a partir de este curso, pero hasta ahora las universidades desconocían cómo sería el examen, cuáles serían los contenidos, quién la prepararía y la corregiría y cuándo se realizaría. La solución ha sido la más sencilla organizativamente para las universidades, pero ha puesto en pie de guerra al mundo de la FP. "La prueba conjunta ayudará a reequilibrar las fuerzas entre Bachillerato y FP. Es cierto que los segundos tienen menos frescas las asignaturas modales y deberán preparárselas por su cuenta. Pero los contenidos no les son ajenos porque los estudiaron en Bachillerato", dice el secretario de universidades, Francisco Triguero. Más del 90% del alumnado de ciclo superior accedió a FP después del Bachillerato. Muchos lo hicieron porque la media con la selectividad no les dio suficiente nota para entrar en la carrera que querían. Entonces optaron por hacer dos años en FP y volver a intentarlo, esta vez, con una nota muy superior. El problema es que, mientras 2o de Bachillerato prepara específicamente para los exámenes de selectividad, los de FP tendrán que estudiar esos contenidos al margen de la enseñanza reglada: o bien por su cuenta o bien en academias como las que preparan para los exámenes de oposición.
cursos preparatorios. La Consejería de Educación explica que ha rehusado regular cursos de preparación para estos jóvenes ni ha dado instrucciones a los institutos para que acojan a los alumnos de FP que quieran prepararse los exámenes los días previos a la prueba. Algunos institutos que ofertan ambas enseñanzas sí organizarán "cursos intensivos para refrescar los contenidos de Bachillerato a alumnos de FP". Con todo, la Secretaría General de Universidades espera que "la Consejería de Educación mande profesores especialistas de las materias modales, tanto de Bachillerato como de FP, para diseñar la prueba voluntaria de selectividad".
El nuevo sistema de acceso, que se estrena en junio, corrige en parte el polémico modelo del año pasado. Debido a las protestas de muchas universidades -todas las andaluzas- aquel sistema sólo ha durado un curso. En 2010, el Gobierno permitió concurrir en el mismo cupo general a FP y Bachillerato. En algunas carreras, los primeros desplazaron a los segundos, porque su nota media era más alta que la de los bachilleres. A éstos, en cambio, les bajó la media al hacer la selectividad. Para corregir ese desequilibrio, las universidades establecieron parámetros de ponderación distintos para los de Bachillerato y los de FP. Unos multiplicaban la nota de su examen por 0,20 y otros por 0,10. En las mismas condiciones, los primeros aspiraban a una nota de corte máxima de 14 puntos, y los segundos no podían superar los 12. En esa franja está el corte de muchas carreras sanitarias, ingenierías y de telecomunicaciones.
A partir de ahora la ponderación será la misma para todos y el desempate entre unos y otros se medirá en la prueba voluntaria común. Así que esa prueba será voluntaria sólo nominalmente, porque, de facto, tanto unos como otros tendrán que hacerla si quieren aspirar a una carrera muy demandada.
La comisión de distrito único se reunió hace unos días y, "por recomendación de expertos", cambiaron los parámetros de algunas materias. Ese porcentaje de ponderación es el que determina si una asignatura tiene más o menos vinculación con una carrera. Si lo tiene puntúa 0,20; si no: 0,10 ó 0,15. Distrito único ha subido algunos parámetros y bajado otros, adaptando mejor la equivalencia entre materias y carreras. Esa información es la que más interesa a los bachilleres y alumnos de FP cuando elijan de qué se examinarán en la prueba.
