El bloque israelí dejó ayer a oscuras la franja de Gaza. Este apagón, que no sólo afecta a las casas, sino también a hospitales y otros centros de atención, se produjo después de que la única central eléctrica de Gaza se haya visto obligada a interrumpir su suministro por una falta de combustible motivada por el bloqueo efectuado por los israelíes.
La central, que cubre un tercio del consumo eléctrico de la zona, agotó ayer sus reservas de fuel, tres días después de que Israel cerrara todos los pasos fronterizos con Gaza, en represalia por el lanzamiento de cohetes artesanales contra su territorio. El corte dejó en tinieblas la ciudad de Gaza y los campos de refugiados de Al-Bureij y Nuseirat, es decir, a un tercio del millón y medio de habitantes de la zona.
El pasado jueves, el ministro israelí de Defensa, Ehud Barak, ordenó el cierre de los pasos fronterizos con la franja, incluido los humanitarios, y, con ello, el fin del flujo de combustible para la central eléctrica y las gasolineras, así como la entrada de productos alimenticios y medicamentos.
Estos bienes eran los únicos que Israel permitía llegar a la franja desde que, el pasado junio Hamás expulsara de Gaza a las fuerzas leales al presidente de la ANP, Mahmud Abbas.
