La Fundación del Real Betis nace con un fondo patrimonial inicial de 170.000 euros, cifra a repartir entre los 50.000 que desembolsó el club de Heliópolis y los 120.000 de los tres patronos protectores, Miguel Espina, exdirectivo del club en la época de Juan Mauduit y Hugo Galera, Carlos Herrera, periodista y bético desde su infancia, y Alfredo Mora-Figueroa, empresario de éxito a nivel nacional y uno de los encargados de la empresa embotelladora de Coca-Cola.
A requerimiento de Por Nuestro Betis (PNB), el actual consejo de administración avanzó algunas cuestiones referentes al funcionamiento y futuro de la Fundación, que será presentada en sociedad el próximo 17 de enero. El ejecutivo, sin embargo, se limitó a anticipar que la organización estaría formada por un mínimo de 3 y un máximo de 11 patronos.
Unos serán natos y otros electos. Asumirán el papel de natos el presidente, Rafael Gordillo, el vicepresidente y otro miembro del consejo de administración de la entidad. Según ha podido saber El Correo, la favorita para asumir el cargo de miembro electo es Isabel Simó.
Sobre su modelo de funcionamiento, fuentes de la entidad aseguraron ayer a El Correo que dispondrá de personalidad jurídica propia y trabajará de manera autónoma en relación con el Betis. El club, además, no abonará ni un euro más para fomentar sus actividades y, además, vigilará a través del consejero elegido que no se deriven ingresos que debieran ser depositados en sus propias arcas.
Proyectos
La Fundación nacerá con el impulso económico de sus patronos y el reto de fomentar las actividades lúdico-deportivas en aquellas zonas de la ciudad más desfavorecidas. Según ha podido saber este diario, uno de los primeros proyectos se encargará de fomentar el fútbol en un país del norte de África con un alto índice de desempleo y marginalidad. En el bautizo del próximo 17 de enero se fijarán sus objetivos definitivos.
