Cansados de los superventas, un grupo de lectores creciente ha hallado refugio en el club de lectura de la Fundación Tres Culturas. "Aquí leemos cosas nuevas, no lo de siempre", explican. Acaban de verse con Antonio Lozano, autor de 'Las cenizas de Bagdad', y con el iraquí protagonista de la novela.
Que Stieg Larsson causa furor con su 'Millennium' y la Rowling con 'Harry Potter', pues ellos ni caso. Son lectores habituales, pero de otra condición. Rehúyen de los grandes nombres del mercado y prefieren darse al placer de la lectura para zambullirse en historias minoritarias, de ésas que no llegan a los escaparates de las librerías pero que encierran no ya auténticas historias humanas, sino un vínculo más profundo: el de la cultura mediterránea.
Es así como se ha ido abriendo paso el club de lectura Tres con Libros que organiza la Biblioteca especializada de la Fundación Tres Culturas, un selecto grupo en el que "hay hasta lista de espera", dicen sus responsables. La cosa funciona a través de la web de la fundación, donde los interesados en las publicaciones propuestas por su interés se apuntan -hay un máximo de 20- y configuran un club que durante varias semanas lee y después se cita para diseccionar y compartir lo experimentado.
Pero ello con una particularidad: al término de cada libro se trae al autor y se le somete a un bombardeo de preguntas, puntualizaciones y sugerencias que contribuyen a enriquecer la experiencia de leer, trascendiéndola desde el acto individual al colectivo. Esto mismo es lo que acaba de suceder con la última obra seleccionada, 'Las cenizas de Bagdad' (Almuzara), de Antonio Lozano. Un autor como otro cualquiera con un libro como otro de tantos que llegan a diario a las librerías, con mayor o menor fortuna.
Sólo que se trata de una joyita por lo que encierra: la peripecia vital de un iraquí, Waleed Saleh, masacrado en su país, donde fue encarcelado y logró huir; represaliado más tarde en Marruecos, donde buscó refugio; y más tarde en España, donde recaló hace unos años.
"La novela narra la terrible historia de este iraquí, que pone los pelos de punta, aunque finalmente sepamos que ha tenido un final feliz porque hoy es catedrático en la Complutense de Madrid, con lo que con su vida ha dado un auténtico ejemplo de superación digno de ser leído", resume Amparo de Vega, una profesora fiel al club de lectura de la fundación que apostilla que "esta literatura mediterránea y minoritaria, que está tan llena de vida, es la que realmente me tira".
Como ella, una veintena de habituales devoradores de libros se codearon con el autor y el protagonista hace unos días antes del paréntesis estival del club de lectura.
"Estoy encantado de encontrarme con los lectores, de conversar con ellos, de explicarles más sobre mi vida", afirmaba Waleed Saleh, que no se esperaba -ni el autor del libro y amigo suyo- verse en una de éstas. Así pudo recalcarles la moraleja que encierra su novela: "Yo pude salir adelante tras padecer tantos exilios y miserias, pero muchos se han quedado en el camino. El libro es un homenaje a todos ellos a los que mi memoria no olvida".
