La popular saga de juegos de carreras Mario Kart ve la luz en la nueva consola 3DS.
Se ha hecho esperar pero Mario Kart 7 llega cargado de novedades en su jugabilidad pero sin perder la vitola de conducción loca y vertiginosa de la que ha hecho gala hasta el momento. Con los números que avalan a esta saga y que suman decenas de millones de unidades vendidas en todo el mundo (solo de Mario Kart para Wii se han vendido 27 millones), Nintendo saca pecho y presume con honor de tener en su catálogo el juego más intergeneracional de la compañía. Junto con Zelda, son dos juegos que siempre tendrán en su pedigrí un brillante pasado, un excepcional presente y un futuro con unas cotas más que esperanzadoras.
En Mario Kart 7 la edad puede jugar una mala pasada a la hora de competir. Adultos perdedores, niños ganadores, todo está abierto a la sorpresa. Nintendo pretende hacer llegar estas carreras ficticias a la realidad de salón donde todos los miembros de la familia puedan participar. En España se ha elegido y se ha puesto especial empeño en que la madrina de juego sea María de Víllota.
Retro Studios ha dado el empujón necesario y ha hecho un desarrollo amoldado a las características y prestaciones de la consola estereoscópica. El jugador notará la profundidad de los escenarios y la polivalencia que otorgan las carreras como si se hubiera puesto un colirio en el ojo para refrescar la retina y seguir deleitándose con la vista de las nuevas y extravagantes carreras. No hay trampa técnica, es la brillantez y la magia que otorga la consola y que hace parecer que el conductor caerá en unos vértigos de conducción casi suicida.
Pero el objetivo es solo uno, llegar el primero a la línea de meta dentro de los 32 circuitos de los que consta el juego. Ya no hay caídas al vacío sin razón y frenazos en la conducción que puedan parar el Kart: hay carreras por tierra, bajo el agua y por el cielo. De esta treintena larga, la mitad de ellos son de estreno. Un derroche de imaginación con circuitos como las Tuberías Planta Piraña, el galeón Wario y la pista de rally en la nueva montana Wuhu. Todos ellos reúnen unas características que los hacen diferentes a los ya clásicos. En esta parte, la compañía ha querido dar una vuelta por pistas míticas y solo se ha limitado a revisarlos.
Pero las ayudas al volante se encuentran esparcidas como siempre en los serpenteantes circuitos que no dejan respirar en ningún momento de la carrera. Clásicos como los plátanos, los caparazones verdes, rojos y azules, estrellas, Billy Bala o la nitro que aportan las setas en momentos donde más se necesita, serán los complementos idóneos para poder dominar cualquier tipo de carrera.
Ya en las novedades están la súper hoja, que da el poder de la cola Tanuki. La flor de fuego lanza bolas de fuego a los rivales, y la mágica ruleta del siete da el poder de tener hasta siete objetos diferentes. Los Kart se personalizan desde el origen pudiendosé cambiar la estructura del chasis y las ruedas para adaptarlos a las exigencias de cada carrera.
Metal Mario, la abeja reina de Super Mario, Lakitu y Floruga serán las cuatro novedades que se podrán elegir para conducir en un Mario que vuelve a reunir en sus tres cilindradas a sus compañeros de Universo: Luigi, Yoshi, Donkey, Peach, Wario, Bowser, etc, todo un elenco de personajes donde escoger para hacer más llevaderas las explosivas y emocionantes duelos sin perder de vista también, la opción propia de conducción con el Mii de la consola.
Mario Kart 7 también se abre al modo multijugador para retar a amigos y desconocidos de todo el mundo. En el modo Street Pass se intercambiarán datos con otros jugadores del juego, y en el Spotpassm, siempre habrá partidas fantasmas disponibles para jugar.
