La Generalitat y el Ejecutivo central se enzarzaron ayer en un nuevo cruce de declaraciones sobre el problema de la sequía en Cataluña. El Gobierno regional pidió al Ejecutivo de Zapatero que aporte "de forma inmediata" propuestas alternativas al trasvase del Segre, un proyecto que rechaza de pleno el Ejecutivo. Por su parte, el Gobierno exigió responsabilidad, seriedad y rigor a la hora de abordar el problema.
El polémico trasvase del Segre a Barcelona que defiende la Generalitat para evitar restricciones en el área metropolitana fue un día más objeto de críticas por parte de la oposición, tanto del PP, que exigió la destitución del conseller de Medio Ambiente, Francesc Baltasar, como de CiU, que consideró que "está incapacitado para seguir en el cargo" y sugirió su relevo.
Entre tanto, el Gobierno catalán reveló que el presidente José Montilla ha pedido por carta a la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, que le reporte los informes y propuestas que tenga el Ejecutivo para dar respuesta a la sequía en Cataluña. La Generalitat espera que estas propuestas sean realizables "de forma inmediata" y puedan entrar en funcionamiento el próximo otoño.
Contactos. Precisamente ayer, la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, aseguró que la Administración central está en "permanente" contacto con la Generalitat y apeló a la responsabilidad, al rigor y a la seriedad a la hora de abordar el problema de la sequía.
Explicó que el rechazo del Gobierno al trasvase del Segre viene motivado por razones "de peso", tanto técnicas como socioeconómicas y medioambientales.
