Local

La generosidad hace estación en Bellavista

Ha dejado la túnica en casa, pero la penitencia aún es mayor que otros años: ver salir la cofradía y no poder acompañarla. Es un Viernes de Dolores "diferente", sin capirote ni cirio que llevar al cuadril. Por primera vez Juan Antonio Soto Álvarez no va de nazareno con el Cautivo de Bellavista.

el 16 sep 2009 / 00:53 h.

TAGS:

Ha dejado la túnica en casa, pero la penitencia aún es mayor que otros años: ver salir la cofradía y no poder acompañarla. Es un Viernes de Dolores "diferente", sin capirote ni cirio que llevar al cuadril. Por primera vez Juan Antonio Soto Álvarez no va de nazareno con el Cautivo de Bellavista. Aún está convaleciente de la operación a la que fue sometido hace sólo once días para donar un riñón a su esposa. Su historia de amor y generosidad la conoce bien el Señor de la Salud y Remedios que, desde su nueva posición en la proa del paso de misterio, busca entre la bulla la mirada del nazareno que le falta. Para Juan Antonio, el sacrificio "ha merecido la pena".

Ya lo decía el hermano mayor, Alfonso Lozano, por la mañana en el emotivo acto de fundición del cirio dedicado a los donantes de órganos:"Hoy [por ayer] es un día grande para los trasplantados y para la hermandad". Y así fue. La generosidad sacó papeleta de sitio en el joven cortejo de nazarenos albimorados. En el codal delantero del misterio y en la vela del primer candelero del palio se repetía un mismo lema:"Dar para recibir". Algo que llevó a Juan Antonio a pasar por el quirófano para salvar a su esposa Mercedes, que anteayer recibía el alta médica: "Yo también he recibido la mayor satisfacción la mañana siguiente de la operación al ver que mi mujer tenía mejor cara que si viniera de la playa". Ella, Juan Antonio y todos los trasplantados iban simbólicamente en el palio de la Virgen del Dulce Nombre. A las rosas y claveles de color rosa se sumó, a los pies de la imagen, una rosa cortada del patio de una de las vecinas del barrio. Y es que ya lo recuerdan los respiraderos del palio que antes eran de San Gonzalo: "María es la fuente de salud inagotable". Así de generosa es esta Bellavista del Dulce Nombre.

relevo en el martillo. Quizá por ello el ambiente festivo de la salida fue aún mayor que otros años. Un año más, allí estaba todo el barrio. No faltó ni el hombre de los globos. El relevo en el martillo -con el cese de Paco Reguera a escasos días del Viernes de Dolores- marcó la primera llamá del misterio. Su sucesor, Jesús Varela, debutaba jaleando a los costaleros con estas palabras: "Ésta va por la junta de gobierno, por la decisión tan valiente de contá con la gente de casa". Y llegó el delirio con marchas como Saeta o Alma de Dios mientras el olivo giraba a la izquierda de la capilla para discurrir por el tramo de la calle Caldereros que lleva a Enamorados y Guadalajara. Hacía el recorrido a la inversa de lo habitual y los vecinos agradecían ver los pasos con la luz del día entre saetas, pétalos y palmas. Bellavista también sabe dar para recibir.

  • 1