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"La gente salió como una ola al andén e inmediatamente bajaron a las vías"

Los viajeros aseguran que la pasarela elevada estaba cerrada y que el paso subterráneo "era muy estrecho y estaba lleno de gente".

el 24 jun 2010 / 06:43 h.

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Uno de los pasajeros que salieron ilesos del atropello múltiple de un tren en la estación Castelldefels Platja (Barcelona) relató hoy que el tren del que acababan de apearse estaba lleno, y al bajar "estalló la euforia para llegar a la playa", adonde iba gran parte del pasaje para asistir a una fiesta de la verbena de Sant Joan.

En declaraciones a Europa Press, Marcelo Cardona explicó que casi todos los ocupantes del Cercanías eran jóvenes que iban a la playa y, al viajar tan apretados en los vagones, salieron "como una ola de agua" hacia al andén e, inmediatamente, "el 70 por ciento" del pasaje bajó a las vías para cruzarlas.

"En cinco segundos" llegó el tren Alaris que les arrolló, dijo, y admitió que había un paso subterráneo para cruzar, mientras que el paso aéreo estaba cerrado con una cadena. "Se empezaron a escuchar golpes; toda la gente estaba gritando, llorando y en estado de shock", relató Cardona, que vio entonces personas mutiladas, agonizando, y mucha sangre en las vías, donde yacían ya los 12 muertos y 13 heridos.

El y su mujer, Saida Villarroel, unos vecinos de Barcelona que viajaban con su hija, de ocho años, optaron por apartarse y esperar en un punto que distaba 70 metros del paso subterráneo. Después, los tres fueron a una fiesta en un bloque de pisos cercano a la estación, como tenían previsto.

EL TREN IBA "ABARROTADO" DE GENTE

El tren de cercanías en el que viajaban las víctimas "iba abarrotado de gente, sobre todo jóvenes", según relató a EFE uno de los viajeros, Fernando Ortega, de nacionalidad colombiana. "El tren iba lleno de gente que, como yo, iba a la playa para celebrar la verbena de San Juan", indicó este testigo, que atendió a varios de los heridos de la tragedia, "algunos en muy mal estado", afirmó. Por ese motivo, al bajar en la estación, se produjo una gran aglomeración de gente en el andén, que les impedía moverse demasiado, por lo que "la mayoría decidió saltar a las vías". 

Fernando Ortega, que había tomado el tren en la estación barcelonesa de Sants, cruzó las vías del tren, como muchos otros viajeros, por un lugar indebido, "después de comprobar que una pasarela elevada estaba cerrada y que el paso subterráneo es muy estrecho y estaba lleno de gente". "Era la primera vez que iba a Castelldefels y por eso seguí a la gente que, como yo, se dirigía a la playa", relata Fernando Ortega conmocionado por lo que después vio a su alrededor.

El testigo explicó que el Euromed tampoco tuvo tiempo de reaccionar y que hizo sonar el pitido cuando ya empezaron a oirse fuertes golpes de los cuerpos contra el convoy sin que diera tiempo a nadie a reaccionar. "Si el tren que nos llevaba no se hubiera ido antes de llegar el otro tren nosotros no hubiéramos saltado a la vía. No sé porque no se coordinan", argumentó el joven.  

El tren de cercanías había salido de Barcelona en dirección a la localidad de Vilanova i la Geltrú, y paró en Castelldefels sobre las 23,30 horas para que bajaran los pasajeros que iban a su playa para unirse a la fiesta que, como en otros muchos lugares de la costa catalana y levantina, celebraba la verbena de San Juan, de gran tradición en Cataluña.

Las víctimas -doce muertos y trece heridos, tres en estado crítico- fueron arrolladas por un tren Alaris que cubría el trayecto entre Valencia y Barcelona y en el que viajaban 45 pasajeros.

El propietario del bar de la estación de Castelldefels, dijo a EFE que escuchó "un fuerte pitido y el impacto" y que cuando salió a la calle "me encontré con la tragedia".

A pesar de lo ocurrido, en la playa de Castelldefels centenares de personas continuaban la fiesta de madrugada.

UNA TESTIGO CONSTATA EL PÁNICO.

Por su parte, una de las ocupantes del tren relató el pánico que vivió cuando vio cuerpos desmembrados y pensó que el convoy que les atropelló "podía descarrillar".

En declaraciones a Europa Press, Katty Sotín recordó cómo su marido intentó cruzar la vía justo antes del accidente, pero ella le pidió que se quedara en el andén, y así lo hizo. Un amigo de ambos no lo hizo, pero logró saltar al andén al acercarse el tren, alertado por otra persona del mismo grupo, y "sólo sufrió un golpe con algún objeto".

Cuando se produjo el atropello, oyeron gritos y cómo saltaban chispas y piedras, vieron cuerpos desmembrados, y llegaron a la "desesperación" cuando pensaron que el tren podía descarrilar.

Katty Sotín también explicó que ella viajaba en el mismo Cercanías del que se apearon las víctimas, que iba lleno, y que unos pocos ya empezaron a cruzar la vía antes de que el Cercanías siguiera su marcha.

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