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"La gestión de la diversidad es ahora una estrategia corporativa"

Unas jornadas de Faffe analizan el valor añadido de lo diferente.

el 03 dic 2009 / 22:13 h.

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La confluencia de personas con distintas culturas, creencias, capacidades u orientación sexual en un mismo territorio ha pasado de ser un problema social a un valor necesario para entender el progreso y hasta una herramienta clave en la estrategia empresarial. Esta es una de las conclusiones de las jornadas Gestión de la Diversidad: Presente y Retos de Futuro, celebradas ayer y organizadas por la Consejería de Empleo a través de la fundación Faffe en colaboración con El Correo.

Tanto es así que "la gestión de la diversidad orientada es ahora una estrategia corporativa", como aseguró durante el encuentro Myrtha Casanova, fundadora y presidenta del Instituto Europeo para la Gestión de la Diversidad (IEGD). En su intervención, Casanova incidió en la idea de que "los equipos diversos bien gestionados generan efectividad en las organizaciones" y abogó por la "inclusión" de directivos, accionistas y trabajadores para crear "empresas más competitivas".

El objetivo de las jornadas era poner sobre la mesa una realidad que ha sido objeto de estudio desde hace varias décadas aunque, dijo Casanova, "el comportamiento va más rápido que la estructura", de ahí que "los estudios aún hoy no se hayan transformado en soluciones definitivas". Eso, unido a que "no se pueden resolver problemas con las mismas herramientas usadas para crearlos", dijo citando a Albert Einstein, hace que aún hoy apenas una de cada mil empresas lleve a cabo políticas de diversidad en el sur de Europa.

Según detalló la presidenta del IEGD, los últimos datos reflejan que sólo el 5% de las pequeñas y medianas empresas europeas -que suponen el 91% del total del tejido empresarial- tienen en marcha algún tipo de política para gestionar la diversidad. Aún así, Casanova invitó al optimismo asegurando que "Europa va hacia la inclusión". De hecho importantes compañías tienen ya "escrita en su ADN" una actitud basada en que "son diversos y quieren serlo más".

Puso como ejemplos a Sodexho, IBM, HP (que en la página principal de su web tiene colgada su política de diversidad) o Johnson & Johnson. El gran error de la mayoría de empresas, dijo, es "creer que los iguales son los que mayor talento tienen".

Beneficios
Más allá de la teoría, la gestión de la diversidad genera beneficios a las empresas porque puede "aumentar su eficacia, hacerlas más innovadoras y hasta ayudarles a personalizar los productos que vende". Asimismo, potenciando políticas que tengan en cuenta las distintas situaciones en las que viven o se han formado sus trabajadores, pueden lograr "reducir el absentismo laboral" y hasta "limitar el tiempo perdido".

Pero estos beneficios van más allá y la diversidad es, cada vez más, la base de un desarrollo sostenible. Así, su correcta gestión puede atraer hasta territorios diversos inversiones y talento al tiempo que generar riqueza cultural y un mayor desarrollo educativo y tecnológico, según las conclusiones de la presidenta del IEGD. En los trabajadores, por su parte, puede generar una mayor satisfacción laboral y permitirles que concilien su vida profesional con la profesional.

Para Myrtha Casanova, la diversidad "es hoy más visible que nunca", por lo que gestionarla y hacerlo bien es más necesario. Por eso, insistió en que es un concepto que va más allá de la raza o el género y que abarca también las habilidades y hasta la experiencia personal y que está dibujando un nuevo modelo de sociedad. Detrás de estos cambios están, entre otras variantes, el envejecimiento de la población, el aumento de la movilidad entre territorios o la presencia cada vez mayor de la mujer en la vida pública.
compromiso. En el IEGD llevan años trabajando directamente con las empresas para lograr que desarrollen buenas prácticas en materia de diversidad. En este sentido, se enmarcan los documentos denominados Chárteres de la Diversidad, promovidos desde la Unión Europea y que empresas e instituciones firman voluntariamente para fomentar su compromiso con los principios de igualdad, inclusión y diversidad. Ya están operativos en Francia (con 2.800 firmantes), Bélgica (donde es obligatorio la puesta en marcha de políticas de diversidad), Alemania e Italia. El objetivo es desarrollarlos para 2010 en cada uno de los estados miembros de la Unión Europea.

En España se constituyó el primero hace apenas un mes. Según explicó Myrtha Casanova, después de cuatro eventos y cinco foros ya son 189 las entidades que han suscrito el documento y en los próximos meses se irá presentando en distintas ciudades españolas para ir sumando firmantes progresivamente.

La gestión de la diversidad para sacar el máximo partido a las diferencias, concluyó, "es un imperativo del siglo XXI" que tiene que afrontarse desde el la legalidad, la empresa, el ámbito académico y la investigación.

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