La Glorieta de la Virgen de los Reyes es un rincón poco conocido para la gran mayoría de los sevillanos. Está situada a la espalda del Museo Arqueológico, en la Plaza de América del Parque de María Luisa, y a pesar de su lamentable estado de abandono, en los años 20 del pasado siglo fue un enclave monumental, con una valiosísima fuente que rendía homenaje a los patronos de Sevilla.
El Ayuntamiento se propuso recuperarlo en 2006 y llegó a adjudicar las obras, si bien los reparos de la Comisión provincial de Patrimonio y la desidia del anterior equipo de Gobierno municipal dejaron morir este magnífico proyecto, que pretendía además dotar al espacio de un pequeño teatro al aire libre.
El actual alcalde, Juan Ignacio Zoido (PP), prometió en su programa electoral rehabilitar este lugar, dentro de su ambiciosa iniciativa Plaza de las Artes, que prevé convertir en un foco cultural el triángulo comprendido entre el Arqueológico, el Museo de Artes y Costumbres y el Pabellón Real. Finalmente, el Consistorio hispalense comenzará este proyecto con la recuperación de la glorieta, para la que ha consignado ya en los presupuestos municipales de 2013 una partida de 250.000 euros. El Ayuntamiento de Sevilla iniciará así el próximo año un nuevo proceso administrativo para adjudicar esta importante intervención, que devolverá a esta recóndita esquina de la ciudad el esplendor del que gozó durante la Exposición Iberoamericana de 1929.
Aníbal González. Este enclave, construido en 1921, contaba con una de los surtidores más impresionantes y bellos de los construidos para la muestra internacional, dedicada a los patronos protectores de la ciudad. Esta monumental fuente fue diseñada por Aníbal González y estaba rematada por una crestería plateresca similar a la del Arqueológico. Las esculturas, en cerámica policromada, fueron obra de Adolfo López Rodríguez recreaban a la Virgen de los Reyes, a San Fernando, San Leandro y San Isidoro y a las santas Justa y Rufina junto a la Giralda.
Tras la Exposición Iberoamericana la fuente fue desmantelada -se cree que para evitar su deterioro-, si bien no se tiene constancia de dónde se guardaron sus piezas. Sólo se conoce el paradero de la Virgen de los Reyes, conservada en el Hogar de San Fernando.
Con el paso de los años, este espacio fue cayendo en el olvido y en la degradación. En la década de los años 60, la zona fue adecentada dentro de una actuación global en el Parque de María Luisa y se construyó la glorieta tal y como puede verse en la actualidad, pero sin la fuente de Aníbal González.
La finalidad de aquella intervención era levantar un escenario de unos 100 metros cuadrados de superficie en el que pudiera tocar la banda municipal, que tendría delante un estanque de unos 55 metros cuadrados de superficie (la antigua fuente) que lo separaría de una plataforma de hormigón (que todavía existe y que suele ser punto de encuentro de patinadores los fines de semana) sobre la que se pretendía colocar al público. El proyecto ideado en 2006, que ejecutará el actual Ayuntamiento en 2013, prevé la rehabilitación de la zona para integrarla en el parque, su utilización como espacio escénico y la recuperación de la fuente, devolviéndole el simbolismo que en su momento le dio nombre.
Vallas. Se aúna así el motivo original de la glorieta y el uso al que posteriormente fue adaptada, creando un escenario con las imágenes que le dan nombre y una fuente ornamental que enmascararía un pequeño edificio que serviría de camerinos para artistas.
El Consistorio hispalense adjudicó en 2006 esta obra por 237.340,30 euros a la empresa EMSA, que inició los trabajos en marzo de 2007.
Sin embargo, la Comisión de Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía paralizó todo la intervención alegando que el proyecto presentado no cumplía todas las exigencias legales.
Desde entonces, la glorieta permanece totalmente vallada, bastante degradada, y con un cartel en que se anuncia una rehabilitación que nunca se llegó a ejecutar por parte del Gobierno socialista en coalición con IU.
