A la temprana edad de 25 años, Alejandro, hijo de Filipo, había conquistado el 90 por ciento del mundo conocido y todo con apenas un puñado de hombres, lo que le valió el sobrenombre de Magno.
El director norteamericano, Oliver Stone, soñaba desde joven con realizar una película sobre este increíble personaje y lo consiguió, finalmente en 2004, en coproducción con el Reino Unido, Alemania y Holanda, y que mañana emite Antena 3 TV en su contenedor "Cinema-trix".
La película provocó división de opiniones e incluso le llegaron a otorgar unos cuantos premios Razzie -los Oscar de los malos-, aunque injustamente.
El director de "JFK" o "Platoon" se asesoró por un experto, Robin Lane Fox, profesor de historia clásica que trabajó estrechamente con él, algo que, como es sabido, no ha sido, precisamente, una costumbre en el cine de Hollywood.
Quizá, lo más discutible sea la elección de actores, con un Colin Farrell que parece no encontrarse en la piel de un personaje de ese calibre y un siempre mediocre Val Kilmer.
