Sin embargo, este año se espera que la gripe estacional no sea virulenta y su incidencia sea más moderada que la del invierno pasado en base a cómo se ha desarrollado en el hemisferio sur. Sanidad advierte, eso sí, que habrá que estar vigilantes porque el virus es impredecible y su comportamiento depende de muchas variables como la climatológica.
El director general de Salud Pública y Sanidad Exterior, Ildefonso Hernández, aclara que en estos momentos se puede efectuar una aproximación muy prudente, "porque las mayores tasas de gripe se producen a finales de diciembre y principios de enero". Será entonces cuando se tengan ya los datos reales, manifiesta.
En esta ocasión se espera que el número de casos por semana sea inferior al del año pasado que en su punto más álgido llegó a 372 por cada 100.000 habitantes, una cifra muy superior a la del periodo 2008-2009 que fue de 228, pero, sin embargo, muy inferior al invierno de 2004-2005 que llegó a los 543 casos por 100.000 habitantes, según recuerda el representante del Ministerio de Sanidad. De todos modos, Hernández afirma que si hay algún imprevisto no hay que tener miedo: "Somos un país referencia en vigilancia epidemiológica. Los sistemas de detección y respuesta están siempre a punto", señala.
La secretaria general de Salud Pública de Andalucía, Josefina Ruiz, se expresa de forma similar, cree que este año no habrá problemas y asegura que no hay que temer al virus de la gripe A, "porque sabemos cómo se comporta". El año pasado, indica, el virus afectó más a las personas jóvenes que a los mayores y se adelantó un poco, pero insiste en que todo apunta a que este invierno volverá a ser normal.
Pero para que no haya sustos, los expertos remarcan que hay que seguir las recomendaciones que se fijan desde las administraciones sanitarias como es la vacunación de las personas de riesgo, fundamentalmente los mayores de 65 años, personas con patologías crónicas, personal sanitario, cuidadores de ancianos y embarazadas. El año pasado en toda España se llegaron a administrar 10 millones de vacunas y sólo en Andalucía para esta temporada se han adquirido algo más de 1,4 millones de dosis, por un valor de 8,3 millones de euros.
Sin reutilizar. Aunque las vacunas para este invierno tienen incorporado el virus de la gripe A, las dosis que sobraron para inmunizar de esta cepa no se han reutilizado. España compró en julio del pasado año 13 millones de vacunas, siguiendo las recomendaciones de la OMS, e invirtió en ellas 98 millones de euros, pero sólo se inmunizaron tres millones de personas pertenecientes a los grupos de riesgo, según llegó a admitir el secretario general de Sanidad, José Martínez Olmos, a causa de la desconfianza que generó en la población que la vacuna se hubiese desarrollado en un tiempo récord.
Sin embargo, la vacunación de la gripe estacional sí está generalizada en todas las comunidades autónomas. En Andalucía, según Ruiz, el año pasado se inmunizaron entre 75% y el 80% de la población de riesgo en adultos, un porcentaje que llegó al 97,7% en la población infantil.
Y es que la importancia de vacunarse no es baladí. Según Ruiz, la vacunación reduce a la mitad los fallecimientos y evita entre el 50% y el 60% de los ingresos hospitalarios. Es decir, es beneficiosa tanto para la salud como para las arcas públicas, puesto que un día de estancia en un hospital puede rondar los 400 euros de media, dependiendo de cada comunidad -391 en Castilla y León y 434,63 en Canarias. Andalucía no ha hecho públicos estos datos, aunque ya tiene previsto para este otoño empezará a dar las facturas sombra en el hospital Costa del Sol de Marbella (Andalucía)-.
Aunque las autoridades sanitarias están satisfechas porque la vacunación contra la gripe estacional está muy extendida y cada vez un mayor número de personas de riesgo se inmuniza, desde al Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) se reclama que se rebaje la edad de vacunación hasta los 60 años, "con independencia de que tengan o no factores de riesgo", ya que así se podrían evitar 4.000 muertes anuales relacionadas con la gripe. Y es que, según la SEGG, cada año se producen en España unos 3.000 fallecimientos relacionados directamente con este virus, a los que se suman las muertes de otras 5.000 personas por contraer enfermedades subyacentes que se vieron agravadas por la gripe. Esta sociedad remarca que el 95% de las muertes son de mayores de 60 años.
