El exceso de celo de la Guardia Civil ha llevado hasta el mayor alijo de cocaína de los que se han incautado en Sevilla en los últimos años. Una furgoneta mal aparcada cerca del Puerto resultó sospechosa a unos agentes, que al comprobar la matrícula vieron que era robada. Al abrirla hallaron 200 kilos de droga.
Agentes del Equipo Contra la Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) se encontraban realizando una labor rutinaria en las inmediaciones del Puerto a mediados de la semana pasada cuando vieron una furgoneta mal aparcada, demasiado separada de la acera, lo que les resultó sospechoso.
Los guardias civiles decidieron introducir el número de la matrícula en sus bases de datos, lo que les permitió saber que su robo había sido denunciado en la comisaría de la Policía Nacional de la Macarena el 10 de enero.
Al mirar por las ventanas, los agentes vieron numerosas cajas de cartón que les llevaron a sospechar que la carga pudiera ser fraudulenta. Los guardias civiles montaron entonces un dispositivo de vigilancia en torno al vehículo, pero varias horas después, al no producirse ninguna novedad, intentaron entrar en la furgoneta y se dieron cuenta de que estaba abierta y tenía las llaves puestas.
Dentro de la zona de carga había siete cajas de cartón, llenas de bolsas de plástico sin ningún anagrama ni etiquetado, con polvo blanco, lo que hizo pensar que se trataba de cocaína. Al practicarle el test de drogas, los guardias civiles verificaron que el polvo blanco era cocaína, cuyo peso total ascendió a 200 kilogramos, una cifra fuera de lo normal en Sevilla.
La Guardia Civil investiga ahora el origen de esta droga, y ha abierto una investigación que en los primeros días no ha dado resultados. En los últimos meses, tanto la Policía Nacional como la propia Guardia Civil han detectado la entrada de grandes cantidades de cocaína en Sevilla procedente de Brasil, en muchos casos detectadas en los controles rutinarios de maletas que se realizan en el aeropuerto.
Sin embargo, en estas inspecciones las cantidades incautadas suelen ser muy inferiores: escondida en alfombras se intervino kilo y medio de la droga; y otros nueve ocultos en marcos de cuadros y botes de desodorante, en operaciones de la Guardia Civil. La Policía Nacional ha desmantelado en el último año dos redes de cocaína, y también ha decomisado varios alijos de esta sustancia en el aeropuerto.
