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La Guardia Civil detiene a un peligroso delincuente tras una persecución por Los Palacios

El hombre tiene numerosos antecedentes policiales y una orden de ingreso en prisión de un juzgado sevillano.

el 01 feb 2011 / 09:38 h.

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Agentes de la Guardia Civil del Puesto de Los Palacios (Sevilla) han detenido a una persona, que ya ha sido puesta a disposición judicial, considerada como "violenta, agresiva y escurridiza" por los delitos de allanamiento de morada y desobediencia y resistencia a agente de la autoridad. La detención se ha producido tras una persecución en vehículo y a pie por el municipio palaciego.

Según ha informado la Benemérita en un comunicado, a través de una llamada telefónica supo que en una calle de la localidad se encontraba un individuo en un todoterreno.

El delincuente, J.A.G.G., de 36 años y vecino de Los Palacios, tiene numerosos antecedentes policiales y una orden de ingreso en prisión de un juzgado sevillano, además los agentes toman precauciones por la habitual actitud de esta persona.

Cuando la Guardia Civil llega al lugar el vehículo conducido por esta persona está circulando por lo que hacen un seguimiento discreto. Cuando encuentran el momento oportuno para garantizar la seguridad vial, cruzan el vehículo oficial delante del todoterreno.

El individuo, al percatarse de la presencia policial, huye a pie y en veloz carrera recorre varias calles de la localidad. Es perseguido muy de cerca por los guardias civiles, por lo que cuando piensa que va a ser apresado se introduce en una vivienda y cierra la puerta. En el interior de esta casa se oyen gritos y una mujer pide auxilio, mientras los agentes intentan echar la puerta abajo pero finalmente la abre una mujer de avanzada edad, que, muy asustada, narra que un desconocido ha entrado en su casa y que ha agarrado a su marido por el cuello, los ha amenazado y después ha huido por el tejado.

Los guardias civiles suben a la azotea y, cuando es sorprendido por un agente, el sospechoso intenta saltar al vacío, desde gran altura, lo que es impedido por el guardia civil que lo agarra por la ropa y con la ayuda de sus compañeros consiguen inmovilizarlo y detenerlo.

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