Casi 400 kilos de hachís abandonados en el río Guadalquivir. Es el último hallazgo que evidencia que la marisma sevillana es una de las nuevas puertas de la droga. El alijo fue encontrado por agentes de la Guardia Civil cerca de isla Mayor.
Los agentes del puesto de esta localidad arrocera se incautaron de 390 kilogramos de hachís en el río, en su mayor parte polen de hachís, la variedad más apreciada entre los consumidores de este estupefaciente.
De nuevo la llamada de un ciudadano ha sido clave para que el Instituto Armado se desplazara a la zona conocida como Isla Mínima. El informante expuso que había visto "dos cajitas extrañas", junto al Guadalquivir.
Una patrulla del puesto de Isla Mayor se desplazó al lugar de los hechos y tras buscar por la zona, comprobaron la veracidad de la llamada anónima. Las "dos cajas extrañas" se encontraban ocultas entre unas rocas y resultaron ser dos fardos de los que se emplean habitualmente para el transporte de hachís.
Los agentes, ante las sospechas de que pudiera haber más fardos en los alrededores, realizaron una inspección en las cercanías y encontraron dentro del agua algunos bultos que habían quedado parcialmente al descubierto por la bajada de la marea.
Los guardias civiles consiguieron sacar del lodo diez bultos más, con lo que sumaron un total de 12 los fardos.
La droga fue trasladada a dependencias policiales donde, una vez abiertos los fardos, nueve resultaron ser de polen y otros tres de hachís corriente, con un peso total de 390 kilogramos.
La Guardia Civil investiga ahora la procedencia de la droga e intenta localizar a los responsables del alijo y dentro de las hipótesis que baraja la que tiene más peso es el abandono de la droga por parte de los narcotraficantes debido al aumento de la presión policial, con el fin de que, en el caso de un encuentro con una patrulla del Instituto Armado, no fueran sorprendidos con la droga encima.
La compleja red de canales de la marisma, la poca iluminación de la zona, su densa vegetación y la lejanía de zonas pobladas, además de la autopista fluvial que constituye el río entre el litoral y la Gran Sevilla son factores que ayudan a que las mafias de la droga utilicen el estuario.
Así, a principios de enero la Guardia Civil detuvo a dos personas que introducían hachís por el río, con base en Gelves. Aunque la campanada la dieron los agentes hace tan solo unos días: el lunes informaron de la incautación de casi dos toneladas de hachís en dos barcos que navegaban entre Coria del Río, La Puebla del Río e Isla Mayor. La operación se saldó con un detenido.
