La Guardia Civil ha retomado en la mañana de este jueves, por tercera jornada consecutiva, los registros en varias fincas propiedad de la familia de la madre del bebé hallado el pasado día 9 de noviembre en un congelador de su vivienda de la calle Beatriz Cabrera de la localidad sevillana de Pilas, inmueble donde este martes fue localizado un segundo recién nacido en otro congelador distinto al de la primera ocasión.
De este modo, fuentes de la Guardia Civil han informado a Europa Press de que efectivos del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Benemérita se han trasladado esta mañana a la localidad, donde, según fuentes consultadas, han reiniciado la búsqueda en una finca de la familia ubicada en un olivar en la carretera que une Pilas con Villamanrique de la Condesa, donde ya se buscó este miércoles.
El registro, que se centra en dos pozos ubicados en la referida finca, tiene como único objetivo descartar la presencia de más fetos ocultos, según las fuentes del Instituto Armado consultadas, quienes ya detallaron que desde la Guardia Civil se ha pedido autorización al juez de Sanlúcar la Mayor para registrar otras propiedades de la familia de la mujer.
Además de en dos fincas de la familia ubicadas en las afueras de la localidad pileña, la Guardia Civil tiene previsto realizar un registro en la vivienda de la madre de esta mujer, localizada en la calle Santa María La Mayor y que también ha sido ya precintada.
Agentes de a pie de la Guardia Civil, equipos de la Policía Judicial, unidades caninas, buzos, bomberos... todos los efectivos disponibles peinaron ayer diversas propiedades familiares de la mujer encarcelada por el asesinato de un bebé que fue encontrado congelado en la nevera de su casa de Pilas, y que ella reconoció que era suyo, y al que 18 días después siguió el hallazgo de un segundo feto del que en cambio dice no acordarse.
Los investigadores han decidido no arriesgarse ante el giro que dio el martes el caso, al añadirse un segundo bebé a la truculenta historia de esta mujer, que además está de nuevo embarazada, y registrarán cualquier propiedad vinculada a la familia en busca de pruebas sobre lo sucedido y para descartar la presencia de otros cuerpos. A las exhaustivas búsquedas de ayer, en las que no se encontraron indicios que lleven a pensar que la magnitud del suceso pueda ser aún mayor, se unirán más en los próximos días, que se sucederán desde por la mañana y mientras dure la luz diurna para poder adentrarse en pozos, terraplenes y cualquier resquicio del terreno.
La mujer, que en sus declaraciones ha confesado ser la madre del primer bebé y haberlo tenido sin ayuda, está en prisión por un delito de asesinato con alevosía puesto que la autopsia reveló que el niño nació con vida. Su cuerpo fue encontrado por el marido de la detenida en el congelador de su casa de la calle Beatriz Cabrera de Pilas, donde el matrimonio, de 35 años, convivía con sus dos hijos de 11 y 14 años. Tras el hallazgo de un segundo crío en otro congelador distinto de la casa, el juez ha autorizado diversos registros para descartar más sorpresas. Al de una finca situada en un olivar en la carretera de Pilas con Villamanrique de la Condesa le seguirán hoy nuevos rastreos dirigidos por el juez.
La mujer se encuentra recluida en la cárcel de mujeres de Alcalá de Guadaíra, donde unas pruebas médicas han permitido constatar que se encuentra de nuevo embarazada de siete meses y medio, un aspecto que los agentes que participaron en su detención, interrogatorio y traslados, primero al juzgado y luego a la cárcel, no detectaron. Tampoco lo hicieron sus familiares, incluido su marido, que negó haber sabido nada sobre el nacimiento del bebé que él mismo encontró en el congelador y que habría nacido 18 meses antes. La mujer admitió ser su madre y dijo haberlo congelado para no desprenderse del cuerpo ya que había nacido muerto, algo que la autopsia descarta. Respecto al segundo bebé, hallado también por el marido, la mujer dijo no recordar "nada" acerca de un segundo embarazo.
