La campaña para esas elecciones no podía comenzar de una forma más agria. El jueves, los socialistas difundieron un vídeo en el que advierten de lo que consideran los peligros del pensamiento conservador.
La grabación muestra a varias personas que se declaran contrarias a la inmigración, los homosexuales, la pluralidad religiosa y a favor de la pena de muerte o el despido libre. La respuesta no se hizo esperar y el mismo día el PP acusó al PSOE de "campaña sucia" y de "meter miedo". A partir de ahí, sólo horas después de la pega de carteles, la campaña se convirtió en toda una batalla de vídeos.
El PP ha empezado la cuenta atrás hacia el 7-J con un pie en la gestión de la crisis económica y con el otro en el contraataque. Así, ayer contestó con dos grabaciones: Una primera que contesta directamente al que dio a conocer la dirección socialista y otra más centrada en la voluntad con la que el PP afronta su campaña y que condensa su lema: "Ahora soluciones. Ahora PP".
Según los populares, el PSOE sólo busca recuperar al dóberman que empleó en 1996. Así lo explican con una producción de 30 segundos en la que recalcan que España necesita una campaña más orientada hacia la solución de la crisis. Precisamente en este objetivo incide el vídeo: Varias personas de diferentes edades y estratos sociales piden soluciones y al final irrumpen el cabeza de lista, Jaime Mayor Oreja, y el presidente del partido, Mariano Rajoy, comprometiéndose a ello.
El líder del PP cierra así esta producción de un minuto de duración aproximadamente: "Tu confianza es nuestra fuerza. Es hora de actuar". Los vídeos han cobrado tanta importancia que muchos líderes populares han hablado de ellos. Esperanza Aguirre dijo ayer que las cintas son el recurso del PSOE "cuando sabe que va a perder las elecciones".
