Bancos y cajas tienen cada vez mayores dificultades para captar depósitos a consecuencia de la crisis, que ha provocado un descenso del ahorro de familias y empresas, al tener que afrontar la subida del Euríbor y el aumento del desempleo, lo que ha desatado una guerra comercial para captar el poco pasivo disponible.
Así se desprende de los datos de la Asociación Española de Banca (AEB) y de la Confederación Española de Cajas de Ahorro (CECA) recogidos por Europa Press, que ponen de manifiesto una significativa ralentización del crecimiento en la captación de pasivo hasta julio respecto al mismo periodo de 2007.
En total, bancos y cajas acumulaban 1,4 billones de euros en depósitos hasta julio, el 9,1% más respecto al mismo periodo del año anterior, pero la mitad del crecimiento registrado en 2007, cuanto aumentaban a un ritmo del 18,7%.
Diversos expertos coinciden al señalar que en épocas de crisis generalizada "la gente ahorra menos", lo que hace disminuir el saldo en depósitos, a pesar de que la mayoría de las entidades está inmersa en una guerra de captación de recursos, con agresivas campañas comerciales y rentabilidades que oscilan del 4% al 11%. Para atraer a los ahorradores, algunos bancos incluso ofrecen regalos a cambio de ingresar el dinero bajo determinadas condiciones, como un coche o una moto en el caso de Banesto, o un DVD en el de Banco Pastor. Sin embargo, la subida del Euríbor, que obliga a las familias a pagar cuotas hipotecarias más altas, y el aumento del desempleo, son dos factores que influyen en el descenso del saldo en depósitos, ya que los ciudadanos tienen que atender estos compromisos y lo último que hacen es ahorrar.
"Estamos en crisis y las cosas vuelven a su ser", indican los expertos, que precisan que actualmente se vive "un periodo de ajuste" que dejará atrás "un ciclo de expansión donde todo era alegría". A su juicio, el ajuste no sólo alcanzará a los depósitos, sino "a todas las actividades bancarias", incluidos los créditos.
Esto se debe a los problemas que tienen ante el cierre del mercado interbancario por la crisis de confianza internacional, que hacen que el pasivo captado, junto a la liquidez que proporciona el Banco Central Europeo (BCE), sean sus únicas fuentes de financiación. Las entidades se han visto obligadas a pedir en el mercado interbancario y a acudir a las subastas del BCE.