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La hermandad de la Hiniesta suspende a sus costaleros tras un boicot

La hermandad de la Hiniesta ha abierto un expediente para determinar qué costaleros del Cristo de la Buena Muerte intentaron boicotear el ritmo de la procesión el Domingo de Ramos.

el 15 sep 2009 / 02:15 h.

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La hermandad de la Hiniesta ha abierto un expediente para determinar qué costaleros del Cristo de la Buena Muerte intentaron boicotear el ritmo de la procesión el Domingo de Ramos, reteniendo el paso para que no fuera tan deprisa como pedía el capataz. Si se confirma, no estarán bajo el paso el próximo año.

La Hiniesta quiere llevar con prudencia un incidente que su hermano mayor, Adolfo Arenas, considera anecdótico, pero sin dejar pasar "actuaciones, de palabra y obra, absolutamente impropias", tales como desobedecer las órdenes del capataz, José Ariza; proferir insultos y, según se sospecha, incluso intentar alguna agresión física bajo las trabajaderas, según explicaba Arenas ayer.

Unas actuaciones que han provocado "un mal testimonio" en la estación de penitencia y "profunda desazón para los propios hermanos que les acompañaban", según un comunicado que la hermandad difundió ayer. En todo caso, el hermano mayor asegura que las personas que asistieron al paso de la cofradía no llegaron a notar nada.

De esta forma, la hermandad ha decidido suspender cautelarmente a los costaleros que llevaron el paso de Cristo el Domingo de Ramos, lo que ha tenido una primera consecuencia: la anulación de la mudá prevista para este jueves, día 27, ya que no hay cuadrilla para hacerla.

El fiscal de la junta de gobierno será quien tramite un expediente que tratará de identificar con exactitud a los "seis o siete" costaleros que, según calcula Arenas, protagonizaron un boicot que se produjo sobre todo en tres puntos claves: en la Campana, la Catedral y la Plaza de San Marcos, donde intentaron frenar a la cofradía. Fue una acción en contra de la decisión de la junta de gobierno de la entidad, que había acordado reducir el tiempo de paso -salir más tarde y entrar antes-, como todos los hermanos sabían, ya que incluso figuraba así en los programas de Semana Santa.

El fiscal tendrá ahora que recabar el testimonio de "costaleros, capataces, manigueteros y los que más cerca estuvieron del incidente", para determinar con exactitud qué ocurrió y quiénes participaron. Los resultados se trasladarán al Cabildo de Oficiales para que decida qué hacer.

"La primera obligación de un costalero, esté o no de acuerdo con las decisiones del capataz, es obedecerlo", recordó ayer Adolfo Arenas, que sí tiene clara una cosa: si se confirman todos estos incidentes y se identifica a los autores, "lo que han hecho está mal, y esas personas podrán ir el año que viene acompañando a la hermandad de otra forma, quizá de nazarenos, pero no podrán volver a meterse bajo el paso".

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