Las enfermedades cardiovasculares han dejado de ser un problema exclusivo de los países ricos, ya que un 80% de las muertes relacionadas con la hipertensión se producen en países en desarrollo o de renta baja.
Esas son las conclusiones de un estudio llevado a cabo por especialistas de la Universidad de Auckland (Nueva Zelanda) y publicado en la revista médica británica The Lancet, según el cual las enfermedades cardiovasculares son ya endémicas en todo el mundo y no se limitan a los países desarrollados económicamente. Según sus autores, 7,6 millones de muertes prematuras son atribuibles a la hipertensión. Aproximadamente un 54% de las apoplejías y un 47% de las enfermedades cardíacas en todo el mundo se deben a este mal.