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La Hispalense encara las elecciones a rector con un único candidato

El rector deja como ‘sucesor’ al vicerrector de Infraestructuras; de no haber más candidatos sería algo insólito en lainstitución.

el 11 ene 2012 / 11:27 h.

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El rector de la Universidad de Sevilla, Joaquín Luque, encara sus últimos meses en el cargo antes de convocar elecciones.

El rector de la Universidad de Sevilla convoca elecciones para el próximo 23 de febrero. Joaquín Luque anuncia que no optará a la reelección para otros cuatro años. El vicerrector de Infraestructuras, Antonio Ramírez de Arellano, optará al cargo. Hasta aquí, tres titulares de trazo grueso de la noticia que dejó ayer con la boca abierta, por inesperada, a la comunidad universitaria. Y es que, desde hace meses, muchos meses, no había nadie ni dentro ni fuera del ámbito universitario que no diera por sentada la candidatura a la reelección de Joaquín Luque como rector de la Hispalense. Las votaciones de sus medidas de Gobierno en el Claustro dejaban claro el apabullante respaldo con el que cuenta Luque en el órgano con la potestad para elegir al rector (la Universidad de Sevilla es la única de España donde el máximo representante de la institución no es elegido por sufragio universal). Siendo éste pues el sistema de elección, y no habiendo dado nadie pasos que indicaran su disposición kamikace a pelear por el Rectorado, todas las quinielas (hasta las de sus detractores) apostaban por la reelección de Luque.

El plan de sucesión al frente del Rectorado se ha ido gestando en el más absoluto de los sigilos y con pocos, muy pocos, testigos. El pasado martes, todos los miembros del equipo se reunieron en la sala de juntas donde cada semana ponen a punto la agenda de Gobierno. Una reunión más que acabó convirtiéndose, sin embargo, en la del adiós. Luque anunció a los presentes su intención de no optar a la reelección por "motivos personales". Después de 12 años en puestos de responsabilidad (cuatro de ellos como rector) "ha llegado el momento de dejar paso a nuevas ideas, nuevos proyectos y nuevas personas que puedan afrontar con fuerzas renovadas el futuro de nuestra universidad", señaló ayer el todavía rector en un escueto comunicado remitido a la comunidad universitaria. También fue por medio de una breve nota de prensa como informó de sus planes.

En la citada reunión de equipo todos le expresaron al rector su deseo de que continuara. Pero la continuidad del proyecto estaba garantizada. En la misma cita, el vicerrector de Infraestructuras, Antonio Ramírez de Arellano, comunicó a sus compañeros su intención de presentarse al cargo. "La igualdad de oportunidades, el mérito y el liderazgo social serán los ejes conductores del programa que me propongo someter a la consideración e implementar en caso de ser elegido", fueron las primeras declaraciones de Ramírez de Arellano ya como candidato a través, también, de un comunicado de prensa.

El calendario. Los acontecimientos se han precipitado y la carrera electoral ha pasado del punto muerto a quinta. La campaña arranca el próximo 2 de febrero; los candidatos se presentan ante el Claustro el 6 y el 7; y el 23 son las votaciones. El que quiera disputar a Ramírez de Arellano el sillón de la Fábrica de Tabacos tiene tres semanas escasas para dar un paso al frente. Todas las fuentes consultadas por este periódico lo tienen claro: es más que seguro que no habrá más de un candidato a rector, lo que sería "insólito" en la historia democrática de la Universidad. "De la manera en la que se han hecho las cosas, que es impecable, tengo claro que no se presenta nadie más. Por el calendario, no da tiempo", señalaron miembros del equipo de Gobierno.

Incluso se descartó de la carrera el que ha sido señalado como el único aspirante con opciones, el catedrático Juan José Iglesias, compañero de Gobierno con Luque en el último mandato de Miguel Florencio e incluso en el arranque del actual rector. "Con Antonio de candidato no doy el salto a la arena. No me apetece una guerra electoral con Antonio, que es mi amigo y un excelente candidato", dijo Iglesias en declaraciones a este periódico.

Dicho todo esto, ¿qué motivos han llevado al actual rector a no presentarse cuando vivía su momento más dulce? Pues quizás eso mismo. Ha sopesado, según las citadas fuentes consultadas, lo conseguido, su momento personal y lo por venir. El resultado, según explican sus más allegados, ha sido que prefiere incorporarse ahora, con 54 años, a su carrera docente e investigadora como ingeniero. "Es más fácil reciclarse con su edad que dentro de cuatro años, con casi 60", sostienen. El tiempo decidirá, porque caminos hay muchos (uno de ellos de hecho está sin explorar: el cargo de director general de Andalucía Tech permanece vacante).

Pero, aunque son muchos los éxitos que atesora después de cuatro años de rector (la consecución del campus de excelencia con Málaga es sin duda el mejor resumen de su Gobierno), hay un punto negro heredado en su expediente que algunos (pocos, ciertamente) ven detrás de la decisión de Luque: la paralización judicial de la biblioteca del Prado y su más que incierto futuro. "Si eso fuera así no habría apostado por el vicerrector de Infraestructuras para sucederle", razonan cargos académicos consultados. Ramírez de Arellano es desde hace tiempo la voz y el rostro de la Universidad tanto para los medios como para los vecinos en el espinoso tema de la biblioteca.

El fiasco de la biblioteca sirve para hacer una fotografía instantánea del mandato de Joaquín: un rector muy valorado internamente pero mediáticamente señalado no sólo por el caso de la biblioteca sino por la polémica a cuenta de la norma que supuestamente permitía copiar.

El candidato. Sean cuales sean los motivos, la retirada de Luque (que cumple con la tradición rota por Florencio de mantenerse en el cargo tan sólo cuatro años) coincide en el tiempo con un momento crítico para la Universidad. El cambio político en Andalucía parece un hecho y el desembarco de las tijeras del PP tanto en San Telmo como en la Moncloa amenazan a cualquier partida, entre ellas la de educación. Por eso, el perfil de Ramírez de Arellano no es casual. Hombre defensor de la universidad pública, con una carrera investigadora sobresaliente, con vocación de servicio, mano izquierda y, como diría aquel, con talante.

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