La masificación de la universidad desdibujó el histórico edificio de la Fábrica de Tabacos. El traslado de Derecho será el pistoletazo de salida para una remodelación de "alcance" del edificio que costará en torno a 30 millones. Entre las actuaciones destaca la demolición de las entreplantas y de despachos en su mayoría en el ala sur, la de Palos de la Frontera.
Los conservacionistas se llevarán las manos a la cabeza como ya hicieron con la reforma del Palacio de San Telmo -que por cierto después recibió todos los parabienes de las autoridades pertinentes-, pero la realidad es que el edificio de la Fábrica de Tabacos ha sido objeto en las últimas décadas de todo tipo de tropelías arquitectónicas. La "superpoblación" y "colmatación del edificio" en los años ochenta, principios de los noventa, obligó a la universidad a ganar espacios a costa de la monumentalidad de la Fábrica de Tabacos.
Por eso, y aprovechando la salida de Derecho en el curso 2008/2009 para ubicarse en Cross Pirotecnia, el Vicerrectorado de Infraestructuras ha elaborado un Plan Director de remodelación del edificio, del que el rector informó someramente en el Claustro celebrado el lunes.
Con esta intervención de "alcance" se pretende "liberar al edificio de añadidos desafortunados, afrontando con valentía la demolición de numerosas intervenciones que desvirtúan hoy la claridad de lectura de su lenguaje arquitectónico, al tiempo que se recuperará la esencia del edificio", reseña el Avance del Plan Director presentado la semana pasada a los tres decanos de los centros que se ubicarán en la Fábrica de Tabacos (Geografía, Filología y Filosofía).
Supervisión de patrimonio. Infraestructuras prevé la demolición de las entreplantas para recuperar la escala de los "primitivos espacios interiores abovedados". Propone también -ya que este Plan Director deberá contar con el visto bueno de la Comisión de Patrimonio al tratarse de un edificio altamente protegido- tirar los "cuerpos construidos en los pasillos próximos a la fachada de Palos de la Frontera (...) intervención ésta que devolvería a su escala y dimensiones originales dichos espacios afectados". Con estas demoliciones se pretende, por último, habilitar pasillos circulares por todo el edificio, hoy ocupados por despachos y dependencias diversas que impiden disfrutar "de las bellas galerías y patios menores" del edificio.
Pero la intervención en la Fábrica de Tabacos no se basará sólo en tirar. En el Plan Director se habla también de restauración de las fachadas exteriores e interiores, así como de sustitución de "numerosos elementos deteriorados e inadecuados por otros acordes a la dignidad y calidad arquitectónica del inmueble". La fachada y los cerramientos de los patios interiores están ejecutados con piedras areniscas que con el paso del tiempo se han agrietado e incluso se han desprendido. Entre las portadas que se arreglarán destacan las diseñadas por los arquitectos sevillanos Balbontín y Delgado Roig. "Se han degradado en medio siglo de existencia debido a la mala calidad de la piedra elegida", reza el Plan Director. En relación a los patios también se harán cambios en la carpintería usada, de hierro en vez de madera.
Una vez hecha toda la reforma del edificio, que durará tres años y costará en torno a 30 millones de euros, según los cálculos hechos por el rector Miguel Florencio en una entrevista con este periódico, habrá que afrontar la reordenación del edificio, también dibujada en el Plan Director. Los despachos se concentrarán en la periferia del edificio. Sólo el frontal de la fachada que da a la calle San Fernando quedará libre para ubicar allí los servicios administrativos de las tres facultades que se quedan en la Fábrica de Tabacos. Las aulas se concentrarán en torno a los patios interiores este y oeste.
