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La historia abre sus puertas

El día ha llegado. Hoy, el Sevilla tiene la posibilidad de alcanzar por séptima vez en su historia la final de Copa, torneo que ha ganado en cuatro ocasiones y que de nuevo vuelve a tenerle entre sus protagonistas. Pero no será fácil. El Athletic y San Mamés le aguardan con las uñas afiladas.

el 15 sep 2009 / 23:28 h.

El día ha llegado. Hoy, el Sevilla tiene la posibilidad de alcanzar por séptima vez en su historia la final de Copa, torneo que ha ganado en cuatro ocasiones y que de nuevo vuelve a tenerle entre sus protagonistas. Pero no será fácil. El Athletic y San Mamés le aguardan con las uñas afiladas.

Es el gran día del Sevilla de Manolo Jiménez, el día en que por primera vez puede dar una alegría de las de verdad a la afición tras los sinsabores vividos desde que saborease sus últimos títulos. Precisamente, la Copa del Rey fue el último trago dulce del sevillismo.

Desde que ganó al Getafe en el Santiago Bernabéu aquel 27 de junio de 2007, sólo la participación en la Liga de Campeones ha sido motivo de alegría en Nervión. La tragedia de Puerta, la posterior marcha de Juande, la eliminación ante el Fenerbahçe, el fracasado intento de volver a clasificarse para la Champions, la eliminación de la Copa de la UEFA esta temporada... Muchos han sido los varapalos sufridos en cuestión de meses. Por eso, tener la posibilidad de volver a salir a las calles a celebrar un éxito deportivo es motivo de especial ilusión, tanto para la afición como para el club y su plantel.

Si algo queda de aquel Sevilla campeón que lo ganaba todo es precisamente su carácter de campeón. Poco a poco, Jiménez ha ido dándole un estilo, que gustará más o menos, pero nadie podrá discutirle la gran campaña que está realizando hasta el momento. El sello que imprimen futbolistas como Kanouté, Luis Fabiano, Palop, Jesús Navas, Adriano, Diego Capel, Renato y compañía se ha contagiado. Romaric se ha ganado ya el respeto, Squillaci ha hecho olvidar la ausencia de Javi Navarro y jugadores como Fernando Navarro hacen suyo ese carácter competitivo que hizo grande al Sevilla. Hay también carencias, pero este equipo merece que su afición crea en él, por hechos (tercer clasificado en Liga y semifinalista de Copa) y por las buenas sensaciones que es capaz de transmitir cuando rinde.

Hoy, el Sevilla de Jiménez tiene ante sí una prueba de las de verdad, de esas que sólo superan los más fuertes. Vizcaya entera está volcada con el Athletic para tratar de alcanzar una final de Copa tras 25 años soñando con este día. Su meta, luchar el próximo 13 de mayo en Mestalla por su título número 24 en este torneo. Casi nada. Por todo ello, en una ciudad engalanada de banderas por todos sus rincones, con un estadio a reventar, será un hándicap esta noche. La presión de San Mamés se convierte en un aliado del equipo de Joaquín Caparrós, sabedor de que tendrá su peso en el desarrollo del juego. Y ojo, que se anuncia lluvia y esto puede ser otro hándicap importante.

Pero el Sevilla, este Sevilla, no se asusta. Jiménez recupera para la cita a uno de sus mejores futbolistas, Luis Fabiano, que regresa a la convocatoria tras varias semanas de baja por culpa de un esguince de rodilla. Son 18 los expedicionarios que ayer por la tarde pisaron tierra en Bilbao, de los cuales dos quedarán descartados por el técnico horas antes del encuentro. No han viajado Escudé, Koné, Drago y Maresca, estos dos últimos jugadores de peso en el plantel y que se quedan fuera de este señalado partido.

Si la alineación del Athletic cambiará radicalmente respecto al choque liguero del pasado fin de semana, con Llorente hoy como principal amenaza por su calidad y peligro en el juego aéreo, la del Sevilla también presentará novedades. Jesús Navas, Adriano, David Prieto, Fazio -como pivote para frenar a Llorente- y posiblemente Renato como acompañante de Kanouté serán las novedades de Jiménez para tratar de pasar por esa puerta la historia que le abre esta noche.

Tras vencer en San Mamés el pasado sábado, el Sevilla lleva ya una serie de once victorias sobre el Athletic en los doce últimos enfrentamientos entre ambos equipos. Hoy volverán a verse las caras, con muchas más cosas en juego, y habrá que ver si se come al león o es éste quien le devora.

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