Cultura

«La historia ha ocultado partes de la ciencia que le incomodan»

24 años han transcurrido desde que Albert Salvadó (Andorra, 1951) escribiera el primer boceto de lo que hoy es El informe Phaeton (El Andén).

el 14 sep 2009 / 21:09 h.

24 años han transcurrido desde que Albert Salvadó (Andorra, 1951) escribiera el primer boceto de lo que hoy es El informe Phaeton (El Andén). Cruce entre un ensayo y una novela de ciencia-ficción, el escritor revela el sentido de los mitos y defiende la existencia de una remota civilización que presagió los desastres de nuestro tiempo.

Desde interpretaciones del Génesis bíblico y el Diluvio Universal al mito de Caín y Abel, Albert Salvadó transita en su nueva novela gran parte de nuestra historia para abordarla desde una óptica en la que aquellos hechos cobran sentido científico. "Planteo en el libro si la historia que nos han contado es real o existe otra alternativa", comienza diciendo el autor.

Décadas de investigación en estos temas le han obligado a dejar dormitar el Informe Phaeton durante años en un cajón. "He rastreado las leyendas de los indios americanos Hopi, un núcleo que siglos antes de Cristo explicaba cómo los transportes colapsaban el cielo, existían megápolis y el ser humano producía de todo, incluso lo que no necesitaba", explica. "Aquella maravillosa civilización" -prosigue- "se truncó con el Diluvio Universal, fenómeno que se produjo no por designio divino, sino por influencia humana".

Según Salvadó, el hombre alcanzó tal grado de formación que se atrevió a querer dominar la tierra y detener su rotación para que ésta gozara siempre de la luz del sol. "Pero cometieron un grave error y no tuvieron en cuenta que el núcleo de la Tierra es más denso y gira a diferente velocidad, lo que produjo el cataclismo y la división del mundo en los cinco continentes", asegura.

proceso revelado. En El informe Phaeton, Salvadó entremezcla los informes que maneja y en los que cree profundamente con una fabulación, esta sí, puramente ficticia. "Todos mis hallazgos los pongo en la novela en manos de un periodista que descubre además la existencia de una Comunidad Científica Universal heredera de Galileo Galilei... Imagínese que pasaría si la ciencia se atreviera a presentar como ciertos unos datos que están ahí, a la luz de quien quiera penetrar en ellos", asegura.

Salvadó lanza además otra suculenta hipótesis sobre un posible creador del mundo. "Olvidémosnos de Dios, la perpetuación de la vida fue posible gracias a un hombre providencial en nuestra cultura llamado Noé, que preservó la vida en la faz de la tierra. Él construyó una gran nave en la que almacenó material genético de todos los seres vivos que pudo, gracias al cual repobló el planeta tras el Diluvio", arguye.

Verdad, pseudociencia o fantasía, Albert Salvadó trufa su discurso de elementos en los que resulta difícil separar lo real de lo imaginario. "Llegar al corazón, no contar historias, eso es lo que siempre he pretendido", concluye.

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