Haber nacido aquí, tiene esas cosas. Si lo hubiera hecho en otro lugar, otro gallo cantaría. Paco Chaparro puede estar a tan sólo horas de dejar de ser entrenador del Betis, lo cual no quiere decir que se produzca hoy mismo y sí el domingo que viene, por ejemplo. Para ser sinceros, tan sólo contó siempre con el apoyo de gran parte de la afición y de los jugadores. Esto último parece que ha pasado a mejor vida. Se les nota en su actitud sobre el césped. Y si se ha abierto la veda, pues menos problema para Ruiz de Lopera. No se lo merece, pero el fútbol es así de ingrato.
Vuelve a sonar Víctor Fernández. No le conozco personalmente, pero sí a gente que ha estado a sus órdenes. Y su filosofía, comprueben hemerotecas, siempre ha sido la misma. En caso de debacle, yo no tengo la culpa de nada. Hay que mirar a los jugadores. Pero en algo, me dicen, es un número uno. Vende las motos de dos en dos. Y eso que a Lopera ya le vendió una, y se quedó tirado con ella.
Periodista
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