El Gobierno deberá apaciguar hoy, en la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera, las pugnas territoriales por la financiación autonómica, con varios frentes comunes abiertos. Mientras los partidos catalanes defenderán con una sola voz lo que manda su Estatuto, en Andalucía PSOE y PP discrepan sobre la oferta de Solbes, pese a que, en teoría, el consenso debería estar hecho.
El vicepresidente económico, Pedro Solbes, se sentará hoy con los representantes de las comunidades para arrancar la negociación del futuro sistema de financiación autonómica después de que el pasado martes presentara una propuesta de bases -poco detallada- que no satisfizo a casi nadie. Las expectativas ante la cita de hoy no son muy halagüeñas. Varios frentes comunes amenazan el consenso. Los partidos catalanes escenificaron ayer su alianza para mostrar el rechazo frontal al plan del Gobierno y defender su Estatut. Una sintonía que no se da en Andalucía, donde PSOE y PP acentúan sus discrepancias pese a los muchos puntos que les unen.
La Junta acudirá al encuentro en Madrid "con la tranquilidad de haber hecho bien los deberes", aseguró Luis Pizarro, vicesecretario general del PSOE-A. El Gobierno andaluz sí quedó satisfecho con la oferta de Solbes porque a su juicio coincide con lo que abandera la comunidad -que la población guíe el reparto del dinero, garantizar la solidaridad territorial, la suficiencia y corresponsabilidad y que el pacto sea multilateral-. Además, Pizarro dejó claro que los socialistas andaluces "no participarán en ningún frente común", como el que lidera Cataluña con las regiones que más aportan al Estado o el de aquéllas que rechazan que la población sea la variable principal en el nuevo sistema.
El dirigente socialista recordó que los criterios que sostiene el Ejecutivo central son los mismos que propugna Andalucía, recogidos en el Estatuto y en el acuerdo marco que salió en junio del Parlamento. Por eso criticó las reticencias del PP a apoyar la propuesta de bases. "Arenas no puede buscar más excusas, porque él ha participado activamente de estos acuerdos", señaló. La única razón de este rechazo es, según él, que siga las consignas de Rajoy.
El PP, por su parte, exigió a la Junta que en la reunión de hoy anteponga los intereses de Andalucía a los del PSOE. Antonio Sanz, secretario general de los populares, cree que los guiños de Zapatero a Cataluña "son el peor comienzo" para negociar el nuevo sistema y abundó en la idea de que "si se aplica el Estatut Andalucía y el resto de España saldrán perdiendo". Los cierto es que el PP-A está a la espera de que Rajoy fije la posición del partido en este asunto en la reunión de presidentes populares del próximo día 29. Hoy se verá con los alcaldes para abordar la financiación local.
cita bilateral. Cataluña no es la única comunidad que censura el plan de Solbes. Otras como Valencia, Madrid, Asturias, Galicia o Extremadura reclamaron más concreción y se confesaron pesimistas sobre la posibilidad de que se produzca hoy un acercamiento. El vicesecretario general socialista, José Blanco, admitió que "todo el mundo parece estar insatisfecho" pero pidió "desdramatizar" las diferencias. Garantizó que para el 9 de agosto -fecha en la que debe estar acordada la financiación catalana, según el Estatut- "habrá un cuadro más preciso, se comparta o no se comparta al cien por cien".
Antes hay momento clave, el próximo lunes, día en que el Ejecutivo y la Generalitat reactivarán la negociación bilateral del nuevo sistema en busca de un primer acuerdo. El encuentro a dos se celebrará en Barcelona después de la promesa de Zapatero de que Cataluña verá mejorada su financiación, aunque sin que ninguna comunidad salga perdiendo.
El líder del PP criticó que el nuevo modelo de financiación ha pasado "de ser un sudoku a ir hacia ninguna parte". Rajoy opinó que "nadie sabe qué pretende el Gobierno", ya que sólo se conoce una propuesta de mínimos "muy difícil de entender por inconcreta". La reforma, dijo, debería lograrse por unanimidad y tiene que garantizar la igualdad de los ciudadanos, residan donde residan. Insistió en que nunca respaldará un plan que implique subir los impuestos.
