No han llegado todavía las conclusiones del informe sobre la situación sanitaria en El Coronil, pero el dictamen es que sus calles, una semana después de que se iniciara la huelga de basuras convocada por el SAT, están hasta arriba de mierda. Más de 20 toneladas de basuras se alojan en sus calles, lo que ha obligado al alcalde, Jerónimo Guerrero (PSOE), a hacerse con los servicios de una empresa que realice un tratamiento contra las ratas que ya aparecen en los montones de bolsas de basuras que hay en el municipio. Y, de decretarse la alerta sanitaria, el alcalde avanzó que deberá encargarse del servicio de recogida de basuras una empresa privada.
Tal cantidad de residuos acumulados en la vía pública vienen precedidos del pulso mantenido entre el Consistorio y el Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT), que encabeza Diego Cañamero, en relación con la manera de aplicar los servicios mínimos. Aunque el SAT ha defendido que se están cumpliendo tales servicios, el alcalde afirma que los piquetes impiden la salida de los camiones y que están "coaccionando" a los trabajadores "que no se acogen a la huelga". En ese conflicto, la Consejería de Empleo se ha posicionado a favor de la interpretación del Consistorio.
Pese a ese dictamen, el alcalde argumenta que no se establecen las condiciones propicias para que se pueda desarrollar los servicios mínimos de recogida de basuras con normalidad. En eso, responsabiliza a la Subdelegación del Gobierno central en Sevilla, que "sólo ha desplegado estos días a la salida de los camiones a dos agentes para 160 piqueteros", cuando en otras acciones "como una marcha de 60 mujeres del SAT desplegaron a 120 efectivos". "Es raro", dijo.
Mientras tanto, el alcalde recibe el arropo de su partido. La Ejecutiva Provincial del PSOE de Sevilla aprobó por "unanimidad" una resolución en la que muestra su "apoyo" a Guerrero, teniendo en cuenta que en los últimos días ha recibido "continuas agresiones y amenazas a título personal" por parte de miembros del SAT.
En ese sentido, los socialistas rechazan las actitudes "violentas vengan de donde vengan". "El SAT ha superado los límites de la sana crítica, del civismo y de la convivencia en un país libre y democrático", subrayan en el PSOE.
