Los viajeros que se disponían ayer a tomar el AVE o cualquiera de los trenes de Santa Justa se toparon con la huelga de los trabajadores de Renfe contra la liberalización planteada por el Gobierno. La concentración de media mañana fue una de las más numerosas con más de 500 personas y una elevada presencia policial que terminó sin más incidentes que algún retraso en trenes de la capital.
Fuentes de Renfe aseguraron que se cumplieron los servicios mínimos y que únicamente hubo un incidente en Toledo, que provocó el retraso de un AVE de Sevilla a Madrid, alcanzando su destino con 30 minutos de retraso durante la mañana. El otro percance fue en un tren de Málaga a Madrid durante el mediodía, que llegó a la capital casi una hora más tarde de lo previsto.
Lo más novedoso de la manifestación en Santa Justa fue la llegada de trabajadores de la Tesorería General de la Seguridad Social, que “aprovechando el tiempo del desayuno” se acercaron a la protesta, según explicaron los sindicatos. Más tarde, y sin producir cortes de tráfico, los dos grupos de trabajadores volvieron a protestar ante la sede de la Tesorería de la Seguridad Social.
Una vez más hubo guerra de cifras en la huelga del ferrocarril contra “la privatización de algunos servicios, como la limpieza de los trenes y la venta de billetes, algo que afecta al confort y a la seguridad del viajero”, resumía Javier Lengo, de CGT. Mientras los sindicatos hablaban de un seguimiento “masivo” en Andalucía, en torno al 95%, Renfe se ceñía al 22,6% que al mediodía ofrecía el Ministerio de Fomento.
