También el campo sevillano sufrió los 'efectos secundarios' de la huelga en el transporte: ayer una manifestación en Villamanrique de la Condesa buscó llamar la atención porque las cosechas de las frutas de verano corren se pudren en sus matas.
La movilización, que concentró a "casi todos los agricultores del pueblo", según su alcalde, José Solís (PSOE), protestó contra la pinza de dificultades que les supone, de un lado, la imposibilidad de transportar la cosecha de melón y sandía, y de otro, el alza en los precios de los carburantes para los tractores.
Doscientos tractores, según UPA, organización agraria convocante, y 80 personas, según el alcalde manriqueño, bloquearon los accesos del pueblo antes de que una delegación se reuniera con el regidor, del que obtuvieron pleno apoyo.
Y es que la economía de este pueblo ha sufrido, explica Solís, el doble mazazo de los precios del gasóleo y el del paro de los transportes justo en la época de la cosecha. Las pérdidas las calculó entre "cinco o seis millones de euros" y de esta pedrea del infortunio pocos se librarán en Villamanrique, con toda su economía local girando en torno a estos dos cultivos, enfatizó: "El daño es terrible, la fruta es perecedera, entiendo a los agricultores e insto a las partes en conflicto a que busquen una solución", expuso.
La protesta, en todo caso, no trajo aparejados incidentes y los piquetes levantaron el bloqueo de las tres carreteras de acceso al pueblo al mediodía.
"Apoyamos a los transportistas al 100%, porque su problema es el nuestro", agregó por su parte desde la villa marismeña el portavoz provincial de UPA, Pedro Ángel Solís. Si bien es cierto que el momento elegido por los transportistas para la huelga ha resultado inoportuno para este colectivo, el portavoz de la organización agraria recordó que el precio del gasóleo se ha "triplicado" y que el paro no es lo peor que les ha pasado este año.
Como en media España, la gasolinera de la localidad estaba ayer por la mañana casi agotada, aunque era el único síntoma de desabastecimiento, expuso por su parte el alcalde.
Otras comarcas agrícolas son menos desgraciadas que la marisma aljarafeña: en la zona de La Vega, explica el presidente de la cooperativa San Sebastián, Antonio González, sólo se ha perdido el 15% del melocotón y la ciruela, los frutos más tardíos aún no recogidos. Eso sí, si la huelga acaba hoy las pérdidas aún serán allí asumibles, pero si se prolonga una semana serán cuantiosas.
En todo caso, la fecha de la protesta ha permitido que la campaña de cítricos, motor de la economía de esta comarca, no se haya visto afectada, con lo que el balance es de daños limitados, a diferencia del torpedo que ha recibido Villamanrique.