Después de ocho días de huelga de los trabajadores de la empresa de limpieza de Sevilla, Lipasam, y con más 5.000 toneladas de basura inundando todas las esquinas de la ciudad, el equipo de Gobierno municipal, que preside el popular Juan Ignacio Zoido, finalmente se reunió en la tarde de ayer con los representantes del comité de empresa y con su portavoz a la cabeza, Antonio Bazo (CCOO), pero la paz no se pudo rubricar, aunque a partir de hoy quizá se note algo más de limpieza en las calles porque el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) decrectó ayer que los servicios mínimos de la recogida de basura sean del 50%, en vez del 30% establecido hasta el día de ayer.
En esta primera cita no estuvo presente el alcalde, que delegó en responsables de Lipasam, en el concejal de Urbanismo y Medio Ambiente, Maximiliano Vílchez; y en el portavoz popular en el Consistorio y presidente del PP, Juan Bueno. En ella se planteó cómo sellar un acuerdo satisfactorio para los dos bandos sobre la reducción del salario de los trabajadores en un 5% y la aplicación del horario laboral de 37,5 horas semanales, sin que parezca que alguna de las dos partes se ha rendido.
Y tras casi cuatro horas de negociación, las posturas siguen distantes y la huelga en pie. Según fuentes del Ayuntamiento, la negociación partió de las bases establecidas por el Gobierno local: recorte del 5% en la masa salarial y ampliación del horario laboral, además de la rebaja de la crispación, el fin de los actos de vandalismo y el cumplimiento de los servicios mínimos. También se planteó a los trabajadores que reduzcan la tensión y que acaben con los actos vandálicos que se han producido los últimos días.
Por su parte, el portavoz de los trabajadores explicó que en la reunión ellos volvieron a plantear que la rebaja del 5% sea sobre el gasto del personal y no sobre el salario, además de otras medias de ahorro, que, según Bazo, los representantes municipales se comprometieron a estudiar. De hecho, manifestó que están emplazados a una nueva reunión para hoy, aunque la hora no está fijada.
Por la mañana, antes de conocerse la cita, reclamada tanto por los trabajadores como por los portavoces de la oposición municipal: Juan Espadas (PSOE) y Antonio Rodrigo Torrijos (IU), un millar de empleados de Lipasam, acompañados por compañeros de Mercasevilla, partieron desde la sede del mercado central hasta las puertas del Ayuntamiento, en la Plaza Nueva. La caminata de protesta, que duró más de dos horas y media, transcurrió sin incidentes, sólo con pitos, petardos y algún que otro grito contra el alcalde. Bien es verdad que la manifestación contó con un amplio dispositivo tanto de la Policía Nacional como de la Policía Local, muchos de estos agentes con sus caras protegidas con mascarillas evidenciando que ellos también están en pie de guerra contra el Gobierno local.
El momento de más tensión se vivió en la calle San Fernando, donde se encuentra la sede del PP andaluz. Allí se lanzaron huevos a la fachada de la casa, que estaba blindada por la Policía.
En el trayecto entre Mercasevilla y la Plaza Nueva los manifestantes aprovecharon para informar a los ciudadanos sobre sus reivindicaciones e intercambiar opiniones sobre el conflicto.
Según indicó Bazo, los vecinos les están apoyando y no se encontraron con nadie que les recriminase su movilización, a pesar de que cada vez son más generalizados los comentarios de que Sevilla huele a podrido y que la imagen que está dando la ciudad es lamentable.
Bazo repitió una y otra vez que ellos están abiertos al diálogo y censuró que ha sido el Gobierno local el que hasta ahora se ha negado a sentarse con los trabajadores para acercar posturas. De hecho, el presidente del comité de empresa recordó que esta huelga está suponiendo grandes esfuerzos económicos a la plantilla, "porque en estos ocho días hemos perdido 600 euros, el coste es muy alto, pero estamos dispuestos a llegar hasta el final, porque estamos muy unidos", a lo que apostilló "que si nos doblegamos ahora será mucha más humillación".
Respecto a cómo se está limpiando la ciudad, el portavoz del comité de empresa denunció que los servicios mínimos de recogida de basura no se están aplicando por igual en todos los puntos de la ciudad y censuró que los barrios donde el PP tiene más votos están siendo favorecidos, frente a otros donde los populares no tienen tanto apoyo. Sobre la decisión del TSJA de elevar los servicios mínimos al 50%, aseguró que no afectará a la huelga, porque ésta se seguirá notando puesto que no dará tiempo a recoger toda la basura.
En referencia a los actos de vandalismo, Bazo afirmó que a su reivindicación no le viene bien que se quemen contenedores, "porque lo que queremos es que se vea la basura por la calle". De hecho, en la Plaza Nueva, entre pitos, petardos y gritos pidiendo la dimisión de Zoido, el portavoz de Lipasam dijo a sus compañeros: "No podemos dar imagen de vándalos". Asimismo, negó que haya trabajadores que hayan sido detenidos, "según me han informado la Policía Local y responsables de personal de Lipasam".
Sin embargo, la Policía Nacional ha remitido a la Fiscalía las diligencias abiertas a tres personas que estaban cometiendo actos vandálicos en la Avenida de las Ciencias y que Lipasam ha identificado como trabajadores de la empresa. Además, la Policía Local también ha abierto diligencias por vandalismo -quema de contenedores- contra un hombre en "alto estado de embriaguez", que en una conversación telefónica con un tercero decía ser trabajador de Lipasam y pertenecer al "comité de huelga".
CCOO, por su parte, ratificó en la Inspección de Trabajo su denuncia por una supuesta "vulneración" de los servicios mínimos por parte de Lipasam.
