Presentacion Oliver Twist. / Foto: J.M. Espino (ATESE) Como el mundo de Oliver Twist, el inmortal personaje de Charles Dickens, el teatro andaluz es humilde: no se manejan grandes presupuestos, las taquillas no suelen rendir demasiado, el apoyo institucional no siempre alcanza. Pero nada de ello impide que la ambición lleve a veces a nuestras compañías mucho más allá de lo que parecía posible. El último ejemplo de ello es el veterano grupo La Tarasca, que se ha embarcado nada menos que en un musical, basado en la citada novela inglesa, que invadirá el Teatro Central desde el próximo día 19, hasta el 4 de enero, en funciones de jueves, viernes y sábados. Nada menos que 60 artistas sobre el escenario entre actores y músicos, incluyendo a 28 niños procedentes de centros de acogida y programas sociales, dan una idea de lo monumental de la propuesta, que cuenta con la dirección y la adaptación de Ramón Bocanegra. Poco antes del estreno absoluto, el director destaca que el Central sea el único teatro público que programa estas Navidades, algo tan incomprensible como que cerraran los parques los domingos, y bromea diciendo que se han metido en este follón porque nos da la gana, y porque de algo hay que morir. Bocanegra subraya que el texto original, inspirado en la época victoriana, en plena revolución industrial, con grandes masas del campesinado desplazadas a las ciudades y una ingente cantidad de niños viviendo en la pobreza posee hoy cierta vigencia. Oliver Twist no es un niño anulado, posee un instinto de supervivencia, se rebela contra la injusticia, tiene sentimientos solidarios y la voluntad de cambiar las cosas. El director recuerda que el propio Dickens obtuvo significativos logros con sus representaciones de la novela. Consiguió que se detuviera a policías corruptos, y provocó una verdadera oleada de caridad y solidaridad hacia todos aquellos niños hacinados en hospicios. Nosotros no pretendemos agitar a toda la sociedad, pero aparte de divertir y animar tenemos el propósito de transmitir y defender determinados valores, agrega. En este sentido, La Tarasca recalca que el montaje es para todos los públicos, aunque el hecho de ser una propuesta familiar no implica suavizar la crudeza de algunos pasajes. Esta compañía nunca infantiliza al público, ni trata a los niños como si fueran descerebrados, explica el director del teatro, ManuelLlanes, a lo que Bocanegra añade: No es una obra de dibujos animados. Las cosas son como son. Y el objetivo último es que después de la función haya conversación.Que lo que mostramos dé a todo el mundo para pensar y para dialogar. Para llevar a buen puerto este estreno, La Tarasca ha contado con actores de las mejores compañías de España, entre los que destacan Paz de Alarcón, Cristina Almazán, Gregor Acuña, Paco Pérez o Verónica Rojas, que han suplido con entusiasmo y dedicación la ausencia de un presupuesto millonario, aunque el espectáculo ha contado con apoyo de la Consejería de Educación y Cultura y la Consejería de Igualdad Social de la Junta de Andalucía. La producción corre a cargo de Carmen Montes y la música de Manuel Calleja, quien ha optado por un repertorio íntegramente de cosecha propia, sin imitar ni a Broadway ni a Madrid ni a nadie, asevera, y haciendo algo más cercano a la tradición de la zarzuela o incluso de la opereta francesa que de la música anglosajona de la época. Con este empuje llega al Teatro Central La Tarasca, y con los mismos mimbres tratarán de moverla cuanto puedan por los escenarios de toda España. Los precios, por cierto, se mantienen en un segmento más que asequible, de 10 euros, muy por debajo de los de las grandes producciones internacionales. El Oliver Twist de Bocanegra es un montaje que hasta el propio Oliver Twist podría haberse costeado. Ahí reside buena parte de su grandeza.