Nadie está seguro de conocer la razón que llevó a los feligreses de Bollullos de la Mitación del siglo XVIII a encomendar su iglesia a San Martín de Tours, nacido en Hungría. Pero es un nombre que significa mucho en este pueblo del Aljarafe: es el de su iglesia, que tras siglos de servicio y con las últimas reformas realizadas en 1984, está siendo por fin sometida a obras para el embellecimiento de fachada y cubiertas.
Tras tres años de presentación de proyectos y búsqueda de financiación por parte del Ayuntamiento de Bollullos de la Mitación, comenzaron los trabajos preparatorios para acometer las obras, con el estudio de las bóvedas de cañón "para ver cómo están constituidas estructuralmente", en palabras de Juan de Dios Pilar, arquitecto técnico municipal. En obras de rehabilitación de edificios de los que no se disponen planos es necesario hacer indagaciones previas de su construcción para ver qué solución es la más adecuada. Ya en el siglo XVII se hundió la torre, que se volvió a levantar. "Ya existía otro edificio de culto, pero no está datada la primera piedra", asevera el arquitecto técnico municipal.
Otro de los trabajos preparatorios pasa por el análisis de los revestimientos. El experto cuenta cómo en esa época "las iglesias estaban coloreadas" imitando otros materiales ya que "no había dinero para pagar piedra". De hecho, en este templo ya se descubrían restos de imitación de sillería y otros que se repondrán y afianzarán con las obras que ahora comienzan. La intención es descubrir los colores originales.
La estructura de la iglesia está en buen estado y no tendrá que ser restaurada, salvo algunas partes de la cubierta, así como los arcos dispuestos de forma transversal a la nave que sustenta la bóveda. Las obras durarán hasta finales de diciembre (si las lluvias lo permiten), pero el templo podrá ser usado para el culto.
Mariló Calero, concejal de Cultura, movió en gran parte los hilos para obtener una subvención para este proyecto porque "del pueblo no podría salir el dinero necesario para una obra como ésta". Tras varios proyectos presentados, el de embellecimiento salió adelante. De los 250.000 euros del proyecto, 100.000 saldrán de las arcas municipales, más 8.000 de las licencias de obras. La Mancomunidad del Aljarafe pondrá el resto.
Con el objetivo de que la recuperación del templo no se quede en el embellecimiento exterior, se firmó un convenio para estudiar otros posibles proyectos tales como el arreglo del retablo principal o la renovación del sistema eléctrico o el contra incendios. No en vano, San Martín de Tours es uno de los pocos edificios históricos que quedan en el pueblo, junto a las ermitas de Cuatrovitas y Roncesvalles.
El alcalde del municipio, Francisco Manuel Godoy (PP), mostró la preocupación por "la situación de la iglesia, sobre todo de la cubierta", al tiempo que argumentó que éstos "son lugares emblemáticos en un municipio, hay una sensibilidad especial".
Los vecinos reciben con alegría y expectación las obras que mejorarán su parroquia, sobre todo una vez puestos los andamios. En ese momento, los escépticos despejan sus dudas. Tragsa se encarga de las obras. El arquitecto Manuel Álvarez y el arquitecto técnico Rafael Álvarez están al frente del proyecto junto a los arquitectos municipales Sergio Sánchez y Juan de Dios Pilar. Una comisión, formada por los párrocos de la iglesia y dos concejales, vigilará la evolución de las obras, la toma de decisiones y la búsqueda de nuevos fondos.
Ya encima del andamio, un equipo de entre cinco y seis personas estarán trabajando durante tres meses que devolverán la luz y el color original al exterior de San Martín de Tours.
