La asociación E-cristians denunciará ante la Fiscalía al doctor Santiago Barambio, presidente de la Asociación de Clínicas Acreditadas para la Interrupción del Embarazo (ACAI), por defender abortos en unas circunstancias que la organización católica sostiene que no están contempladas por la ley.
Así lo ha anunciado el presidente de E-cristians, Josep Miró, quién ha destacado, en conferencia de prensa, que el hecho de que Barambio defienda esas tesis "presupone que se puedan estar haciendo abortos en las clínicas de ACAI bajo los mismos principios", aunque la denuncia está únicamente dirigida al facultativo.
El doctor, que a su vez dirige la clínica barcelonesa Agrupación Tutor Médica, realizó en 2006 una conferencia en Roma en la que sostuvo que en España se ha creado la "jurisprudencia necesaria" para que se acepte que "cualquier mujer que está embarazada y por algún motivo la gestación suponga una carga, puede interrumpirlo" sin limitación de plazo.
La legislación española permite abortar en casos de violación antes de la semana 12 de gestación; antes de la semana 24 por malformación fetal o sin plazo si hay riesgo para la salud física o psíquica de la madre.
En base a este último precepto, Barambio concluye que "cualquier embarazo no deseado, sea por imprevisto o sea porque las circunstancias del embarazo o de la mujer han cambiado, puede afectar la salud psíquica y puede ser interrumpido" si está certificado por un psiquiatra.
Para E-cristians, esas afirmaciones "difieren radicalmente" a lo sostenido por la jurisprudencia que se ha ido creando a lo largo de los años y que defiende que debe haber un diagnóstico de un trastorno psíquico "real y grave" para poder proceder al aborto.
En ese sentido, la jurisprudencia afirma que no basta con acreditar "el propio riesgo inherente a todo embarazo y consecuentemente al parto" ni alteraciones psíquicas derivadas de "una situación de precariedad económica", defiende la organización cristiana.
Fue E-cristians quién denunció al doctor Carlos Morín después de que un reportaje de la televisión danesa desvelara que en sus clínicas se realizaban abortos presuntamente ilegales y que propició que el juzgado de instrucción número 33 de Barcelona abriera diligencias por esa trama.
