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La igualdad en el aula, regulada por norma

La Universidad de Sevilla se puso un objetivo: que el "éxito o fracaso del alumno discapacitado se deba única y exclusivamente a su propia capacidad". Y ya tiene un instrumento con el que lograrlo: la primera normativa para la atención académica a este colectivo. Foto: Javier Díaz

el 15 sep 2009 / 20:45 h.

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C. Muñoz

La Universidad de Sevilla se puso un objetivo: que el "éxito o fracaso del alumno discapacitado se deba única y exclusivamente a su propia capacidad". Y ya tiene un instrumento con el que lograrlo: la primera normativa para la atención académica a este colectivo.

La Hispalense cuenta con 363 alumnos discapacitados, según datos correspondientes al curso 2007/2008, que ya no tendrán que patalear y quejarse hasta la extenuación para lograr que sus necesidades especiales sean atendidas. La Universidad de Sevilla ha aprobado la primera Normativa para la Atención Académica al Estudiante con discapacidad, tal y como exigió en su informe especial sobre este colectivo el Defensor Universitario de la institución, el profesor Ignacio Ugalde.

La "organización, gestión y control de las actividades de asistencia" al colectivo serán centralizadas por la nueva Unidad de Atención al Estudiante con Discapacidad, adscrita al Servicio de Asistencia a la Comunidad Universitaria (SACU). Entre sus múltiples funciones -14, en total-, destacan la labor de asesoramiento a las comisiones de planes de estudio para que hagan adaptaciones curriculares y de evaluación, así como la formación del profesor que atiende a los alumnos con discapacidad. Y para que las palabras no se queden en meras intenciones, el Defensor Universitario recuerda el testimonio recogido en su informe de Antonio Durán Paza, alumno de Psicología, en el que se lamentaba de lo difícil que le resulta seguir los casos prácticos de uno de sus profesores: "Una vez advertido de mi imposibilidad [deficiencia visual], éste me insistía y me preguntaba el por qué no copiaba los ejercicios. Eso me hizo tomar la decisión de dejar la asignatura con la esperanza de que el próximo año me tocara un profesor más comprensivo".

Casos complejos. Hasta ahora, el día a día de estos estudiantes depende del voluntarismo. Para evitar que así sea, la normativa aprobada por la Hispalense prevé, además, la creación de una comisión técnica de atención al alumno con discapacidad, con poderes para tratar de forma preferente aquellos casos y solicitudes de "especial complejidad".

Dicha comisión -subraya el texto normativo al que ha tenido acceso este periódico- deberá "emitir los informes técnicos mencionados [en alusión a la normativa] sobre las adaptaciones necesarias para satisfacer de la forma más adecuada, en función de los recursos disponibles, las demandas de los estudiantes con discapacidad".

Por último, para los alumnos que "colaboren voluntariamente" en mejorar la calidad de vida de aquellos que tienen necesidades especiales, la Universidad de Sevilla les "reconocerá académicamente esta actividad como actividad solidaria", según lo recogido en el Estatuto de la institución académica y en el Reglamento General de Actividades Docentes.

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