Todo comienza un día cualquiera. Lucía Rodríguez se sienta frente al ordenador y se une a un grupo de Facebook llamado Cadena de Favores. Por su parte, Pepi Antequera, hace lo mismo. No saben quién de las dos se unió primero, lo que sí saben es que esta iniciativa funciona y las puso en contacto. Gracias a ello, Isaac, el hijo de Lucía, podrá salir este año por primera vez de nazareno con a la túnica que Pepi le ha prestado y que no utilizaba.
«Mi marido tiene una promesa de acompañar a San Pedro, que procesiona por las calles de Estepa cada Martes Santo y mi hijo quería acompañarlo», comenta Lucía. «Los niños no entienden que en algunas ocasiones lo que desean no es posible, ellos sólo entienden de ilusiones», es por eso que esta madre no dudó pedir por el grupo Cadena de Favores una túnica de nazareno para que su hijo pudiera cumplir su sueño.
Cabe destacar que esta cadena de favores se articula principalmente entre gente del pueblo. Entre ellos es más fácil canalizar esta ayuda, si no se conocen, viven relativamente cerca, por lo que las demandas pueden ser solventadas con relativa facilidad.
Pepi ojeaba la red social cuando vio que alguien pedía algo que ella tenía. «En mi familia todos somos devotos de San Pedro, tengo túnicas de todos los tamaños». No tardó ni un sólo día en ofrecerle su ayuda: «puedes venir por la túnica hoy mismo», le dijo a través de la red social con mucho entusiamo.
Ese mismo día Lucía se volvió a su casa con la túnica bajo el brazo e Isaac mostraba la sonrisa más sincera de las posibles. Gracias a la bondad de una persona que no conocía iba a poder acompañar a su padre vestido de nazareno. «Todo un ejemplo para mi hijo» añade Lucía. «Me preguntaba sorprendido quién era esa mujer que nos había prestado la ropa de nazareno y que no era familiar para él».
«Pepi es feliz viendo que mi hijo está contento y sabiendo que su túnica va a salir a la calle acompañando a San Pedro», añade la madre del nazareno principiante. Pepi no tiene la sensación de haber hecho nada excepcional y le resta importancia diciendo que no merece la pena destacar su labor, porque según ella, «no ha sido nada».
Lucía Rodríguez y su hijo Isaac con todo a punto para el Martes Santo. / Foto: Lidia Gómez
No es la primera vez que Pepi ayuda mediante esta iniciativa de cadena de favores. Junto a otras integrantes también han ayudado a madres primerizas que necesitaban útiles para sus bebés.
Lucía se siente en deuda con Pepi, le ha ofrecido su ayuda desinteresada para cuando la necesite. Desde ese día mira la red social esperando a que alguien pida algo que esté al alcance de su mano, desea devolver el favor que Pepi empezara con ella.
