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La ilusión está más cerca

Los tres Reyes Magos de 2011 fueron coronados ayer en el Alcázar.

el 16 dic 2010 / 21:13 h.

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Domingo Pérez, la Duquesa de Alba, Cayetano Martínez de Irujo y Fernando Fabiani, ayer.
Noche gélida en los alrededores del Alcázar, noche de gala, de abrigos de piel, noche de ilusión en el Ateneo y, sobre todo, de los que el próximo día 5 de enero serán lo protagonista de una "fiesta mayor" de la ciudad de Sevilla: la Cabalgata de Reyes Magos.

El Cuarto del Almirante de los Reales Alcázares acogieron anoche una cita ineludible en el comienzo de la Navidad, la proclamación de los Reyes Magos y de su corte de estrellas, magos, diosas y visires. Pero esta vez ha sido especial, por quien era el rey Gaspar -Cayetano Martínez de Irujo- y por la presencia de su madre, la Duquesa de Alba que llenó el salón de flashes y los discursos de dedicatorias. Como destacó el presentador del acto, el periodista Víctor García Rayo, tras agradecer su presencia y su dedicación a la ciudad: "Señora, puede decir que los Reyes son los hijos".

El presidente del Ateneo, Alberto Máximo Pérez Calero, a modo de pregón, más que de discurso de bienvenida, recordó la cita de la institución con los niños desde 1918 y aseguró que "nuestra misión es convertirnos en niños al menos una vez al año. La ilusión de los niños cada 5 de enero se llama Ateneo de Sevilla".

El frío de fuera se tornó en calor en el interior de un salón repleto de personas que esperaban ver y escuchar a cada Rey Mago de 2011. Fernando Fabiani, Melchor, es director del Laboratorio de Bioquímica del hospital Virgen Macarena. Reconoció que está "empezando a bajar de la nube a la que subí cuando el presidente me dijo que iba a ser Rey Mago". Ni siquiera pudo conciliar el sueño la primera noche.

Cayetano Martínez de Irujo, conde de Salvatierra, "ya tiene un título más" con el de rey Gaspar, como apuntó la edil de Fiestas Mayores, Rosamar Prieto-Castro y refrendó García Rayo. Destacó que "no sabía la dimensión de este cargo" y añadió que "ser Rey Mago, con mi sensibilidad hacia los niños, me lleva a un orgullo difícil de expresar".

El último en tomar la palabra fue Baltasar, Domingo Pérez Acevedo, quien recordó "cuando venía con mis hijos en los hombros a Triana para verlos. No podía ni soñar que yo fuera a ser Rey Mago".

Y aún les queda lo mejor. Como les explicó Prieto-Castro, desde su experiencia como Maga de la Fantasía: "Se pierde la noción del tiempo y del espacio participando en la Cabalgata. Es algo maravilloso". Que así sea.

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