Cultura

'La Imperdible' festeja su adiós

Finalmente, será hoy. Después de los repetidos anuncios de cierre, La Imperdible celebra esta noche una gran fiesta de despedida que pretende dar voz a todos los que han formado parte de los 18 años de historia de la sala emblemática del teatro independiente en Andalucía.

el 14 sep 2009 / 21:56 h.

Finalmente, será hoy. Después de los repetidos anuncios de cierre, La Imperdible celebra esta noche una gran fiesta de despedida que pretende dar voz a todos los que han formado parte de los 18 años de historia de la sala emblemática del teatro independiente en Andalucía.

Hubo un tiempo en el que no había teatros en Sevilla. "Bueno, el Lope de Vega, pero estaba cerrado por obras", matiza Gema López. Fue entonces cuando La Imperdible se coló por la rendija que siempre queda abierta en la puerta de la desidia cultural. José María Roca y Gema López, dos nombres hoy inesquivables para conocer lo que ha dado de sí el teatro andaluz en los últimos 20 años, suplieron entonces con ilusión y "muy poco dinero" el paupérrimo cartel teatral de la ciuda con la apertura de una pequeña sala, inédita en la Sevilla oficialista de teatros con vestíbulo y terciopelos, que se llamó La Imperdible, casi un vaticinio del estatus de lugar inexcusable en el que se convirtió con el tiempo.

Roca y Gema, como son conocidos en la ciudad esta pareja de emprendedores culturales, heredaron de la compañía de José Luis Castro, quien sería durante los diez años posteriores director del Teatro de la Maestranza de Sevilla, un local destartalado pero céntrico donde poner en marcha su proyecto.

Ambos se unían así -en plena transición entre las décadas de los 80 y 90- al grupo de artistas que venían ocupando -y reinventando como centros de creación- antiguos corrales de gremios de artesanos repartidos por la Sevilla intramuros (Bustos Tavera, la Plaza del Pelícano, incluso el taller de doradores de la torre de Don Fadrique son algunos ejemplos).

Desde el patio central de la nueva sede -que desde el siglo XVII había sido una herrería- se abrían tres bocas que luego se convirtieron en la sala La Imperdible, donde se han representado las obras fundamentales que ayudan a escribir la historia del teatro contemporáneo en Andalucía; el Almacén, abierto cuatro años después como bar y local de conciertos donde aún resuena el piano de la histórica sesión con Tete Montoliú; y la Herrería, una sala multidisciplinar dedicada a las artes plásticas.

Todo esto llegó después de varios intentos fallidos -un patio al aire libre en El Cachorro, y un local en el Muro de los Navarros que albergó después el popular Salón Dadá-. "Desembarcamos en la plaza San Antonio de Padua a finales del año 89, con un dinero que no teníamos, y muy pocas ayudas", explica Gema, que se enreda en el alambicado proceso de la memoria: "Era una sala poco cómoda, hacía mucho frío en invierno y un calor insoportable en verano (el techo aún no estaba aislado), pero contamos desde el principio con el apoyo de la prensa local, que se hizo eco de todos los montajes que presentamos.

La presencia de público ese año, no obstante, fue irregular, pero suficiente para confirmarnos que teníamos que seguir. La continuidad es la única apuesta segura para conseguir el éxito", continúa la directora de montajes como el aclamado Poeta en Nueva York, sobre los pasajes del texto firmado por Federico García Lorca.

De la iniciativa que pusieron en marcha hace 18 años se han beneficiado un sinfín de compañías entonces menores que viven ahora momentos de éxito. Léase: Los Ulen -con un Paco Tous que ahora triunfa en la televisión nacional (Los hombres de Paco)-, Valiente Plan, Digo-Digo Teatro -encabezada por José Luis García-Pérez, de gira por el país con Closer-, Bradmilla -con un púber Paco León-, Decocoyhuevo, Histrión, El Velador, Síndrome Clown, la Banda de la María -capinateada por otro gran rostro televisivo, Álex O'Dogherty-, y así, suma y sigue hasta llegar a sus últimas temporadas con éxitos de la talla del protagonizado por la compañía Animalario con Alejandro y Ana (lo que España no pudo ver del banquete de boda de la hija del presidente). "Fue un mes increible, con la sala a rebosar todos los días, con una obra en cartel más de un mes que podría haber seguido otro más con el mismo resultado. Un triunfo", recuerda José María Roca.

Es por esta apuesta sin fisuras por el teatro independiente y andaluz -dos riesgos al precio de uno- por el que Roca está convencido de que La Imperdible "ha cumplido una labor social mayor que la que han desempeñado los teatros públicos de esta ciudad. No habremos creado riqueza en el sentido económico de la palabra, pero sí cultural", dice el director, que espeta sin pudor que "la ciudad tiene una deuda con La Imperdible"; una afirmación que se fundamenta en "la generación de propuestas que han nacido en La Imperdible, pero que al cabo del tiempo han conseguido despegar y hacerse independientes, como es el caso del Mes de Danza, que ha cumplido 14 temporadas este año como un festival que incluso se ha extendido a otras provincias andaluzas".

Algunas encuestas realizadas durante estos años han demostrado, además, que La Imperdible cuenta con una media de edad entre su público que ronda los 25 años, "la más baja con diferencia de todos los teatros de la ciudad". "La gente viene aquí por la programación, pero también por el ambiente", asegura Roca, que no tiene reparos en reconocer que "el teatro de este país se ha hecho siempre en templos sagrados, y la entrada de los jóvenes en estos lugares sagrados tiene connotaciones de conservadurismo, aburrimiento e incomodidad. El teatro visto así no es un hecho cultural, es una costumbre social".

Con este buen sabor de boca, La Imperdible ya hace meses que comenzó una mudanza hacia un local cercano en la calle Curtidurías y otro en Espartinas, mientras Roca y Gema esperan a poner la primera piedra del que será su nuevo teatro en la calle Torneo. "Cambiamos para mejorar, pero a pesar de eso, que se destruyan espacios como estos no nos parece bien".

Y es que la especulación inmobiliaria ha conseguido eliminar del paisaje urbano de Sevilla una arquitectura -la de los patios gremiales- congénita a Sevilla, que ya sólo se podrá encontrar en viejas fotografías. "Y mira que luchamos por conseguir que el Ayuntamiento le diera una protección a este espacio, no sé, una catalogación de suelo de uso cultural. Pero qué va..."

  • 1