El Betis se marchó ayer al Algarve para apartarse del mundanal ruido y preparar la finalísima contra el Almería de la mejor manera posible. Josep Maria Noguès recuperará en tan crucial partido a un elemento indispensable: Sergio García. Con el catalán es más fácil tener éxito. Lo dicen sus números.
Veinticinco futbolistas del Betis se encuentran ya en los bellos parajes del Algarve portugués con el único objetivo de entrenarse y dar con la forma de batir el domingo al Almería. Para ello tendrán tres sesiones de trabajo, dos hoy y una mañana. Entre todos esos hombres hay uno con quien Josep Maria Noguès todavía no ha tenido la oportunidad de contar. Y bien que lo echa en falta. Se trata de Sergio García, que se lesionó celebrando un gol contra el Numancia y no ha vuelto a jugar desde entonces.
El delantero barcelonés cayó el 4 de abril. Dos días después, Manuel Ruiz de Lopera destituyó a Paco Chaparro y eligió a Noguès para ocupar su sitio, así que la etapa del técnico catalán coincide con el periodo de convalecencia de su paisano. La lesión fue un esguince de rodilla que se provocó fortuitamente al lanzarse al césped para festejar un tanto, el 1-0 ante el Numancia. Ha transcurrido un mes y medio desde aquel incidente y Sergio García, por fin, está en disposición de ayudar al Betis, como ha hecho a lo largo de todo el curso.
La importancia del atacante en este Betis capitidisminuido que lucha por no bajar a Segunda es tan evidente que sólo hay que recurrir a sus números. Sergio García ha marcado nueve goles -repartidos en siete partidos- que significaron seis puntos para su equipo. De todos los encuentros en que vio portería, el único que terminó con una derrota verdiblanca fue el 1-2 ante el Real Madrid en la primera vuelta, en el que Sergio, además, acabó expulsado. Los otros seis partidos son tres victorias (el 3-1 con el Racing, el 1-3 en Valladolid y el 1-2 en el derbi del Pizjuán) y tres empates (2-2 con el Villarreal en casa, 1-1 en Riazor y el referido 3-3 con el Numancia).
Todos los goles de Sergio fueron decisivos. En el 3-1 frente al Racing hizo el 1-0 y el 3-1 (equivalentes a dos puntos, por tanto); en el 1-3 de Zorrilla convirtió el 1-2 y el 1-3 (otros dos puntos); en el 1-2 con el Sevilla, el 0-1 (un punto); en el 2-2 con el Villarreal, el 1-2, es decir, el principio de la remontada; en el 1-1 ante el Deportivo, el tanto del empate (otro punto); y en el 3-3 del Numancia, el 1-0 inicial.
Esas nueve dianas, además, lo convirtieron en su momento en el pichichi del Betis. Ahora no lo es porque Emana marcó cuatro goles en los encuentros con el Racing y el Sporting, pero eso no minusvalora la campaña de Sergio García, la mejor de su carrera. Y el domingo vuelve. Cómo lo echa el Betis de menos...
