Economía

"La industria alimentaria es la única que funciona en la actualidad"

Es gerente de vKm Automatica, una empresa pionera en la integración de robots y mantenimiento industrial que trabaja con firmas como Seat y Valeo

el 09 jul 2011 / 20:15 h.

Víctor Martín en las instalaciones de vKm Automatica, que se encuentran en la localidad sevillana de Tocina. / el correo

Víctor Martín nació en Los Rosales (Sevilla) hace 36 años y, a pesar de que la crisis económica le ha afectado, sigue adelante con una empresa de ingeniería, vKm Automatica, que desarrolla soluciones a medidas de automatización y que mira al exterior para crecer. De hecho, recientemente ha vendido dos de sus máquinas a la multinacional juguetera Mattel, algo de lo que se siente "especialmente orgulloso". Anteriormente fue director comercial de varias empresas del sector de la automatización.

-"Hecho en Andalucía" es de lo primero que se ve al abrir su página web. ¿Es un orgullo hacer robótica desde la región?

-Efectivamente. Estamos acostumbrados a que ingenierías de otros lugares, sobre todo del norte, sean las que ejecuten los proyectos para nuestras empresas andaluzas. Aquí hay gente muy preparada y con capacidad de desarrollo que, sumado a las ganas de trabajar y de afrontar nuevos retos, nos hace muy competitivos. "Hecho en Andalucía" pretende animar a las empresas andaluzas a contratar servicios tecnológicos a empresas locales, demostrando que aquí sí hay nivel.

-¿A qué se dedica específicamente?

-Somos una ingeniería que desarrolla soluciones a medida de automatización, usando los robots industriales antropomorfos como herramienta principal, ya que por su características, podemos hacer líneas de producción muy flexibles. Así, aumentamos la productividad y calidad de los productos que son fabricados en serie. Nuestra gran ventaja es que lo hacemos todo, desde la ingeniería a la fabricación de todos los elementos que componen una célula robotizada, pasando por la puesta en marcha y el servicio postventa.

-¿Hacia qué sectores se dirige?

-Todos los sectores que fabriquen o transformen algún producto en serie pueden necesitar de un sistema robotizado. Lo hemos segmentado por aplicaciones y no por sectores. Así, están la células robotizadas de paletizado (finales de líneas), para manipulación (encajado de producto a alta velocidad), para soldadura y para pintura. Principalmente, atacamos al sector de alimentación, que es el que está más fuerte en estos momentos, aunque ya nos están reclamando sistemas para la automoción.

-¿Cuáles son sus principales clientes?

-Tenemos la gran suerte de poder trabajar para las mejores empresas, como Agrosevilla, en La Roda de Andalucía, primer transformador de aceitunas del mundo, y Aceitunas Guadalquivir, en Morón de la Frontera, otra de las grandes. También con Sor Ángela de la Cruz, de Estepa, Angulas de Trebujena, Fasa Renault, Unilaser, Seat de Martorell... Uno de los clientes de reciente incorporación es Valeo Iluminación, en Martos (Jaén), con el que vamos a empezar un proyecto de I+D+I muy ambicioso e interesante. También podemos destacar empresas del sector aeronáutico como Airbus-Military y Aciturry y Talgo para el sector del tren. Además, colaboramos con centros tecnológicos como FADA-Catec (Sevilla) o Andaltec en Jaén.

-¿Dónde se encuentra presente la empresa en España y con qué peso?

-Nuestro objetivo es ser la primera empresa integradora de desarrollos tecnológicos para la industria en Andalucía. Aunque actualmente sólo tenemos un 1,8% del mercado, nos estamos preparando tanto técnica como comercialmente para alcanzar el 17% en cinco años. La central se encuentra en Los Rosales-Tocina (Sevilla), y estamos presentes mediante distribuidores y comerciales propios en todas las provincias de Andalucía, Murcia, la zona de Levante y Cataluña. Asimismo, estamos en Moterrey en México y en Casablanca, en Marruecos.

-¿Qué supone la internacionalización para su negocio?

-Es fundamental. Siempre he creído en la internacionalización, pero sin prisas, sin abandonar el negocio local. Llevamos años estudiando mercados extranjeros y, la verdad, tenemos muchas posibilidades. Actualmente tenemos distribuidores en México, y se han vendido dos células robotizadas a la empresa Mattel (Fischer Price), la fabrica de juguetes. Esto fue increíble, ya que competimos con empresas americanas, siendo nosotros los que conseguimos el proyecto, lo que nos motivó muchísimo para entender que los andaluces tenemos mucho que aportar al mundo. En tres meses estaremos también en Brasil.

-La industria está llamada a tirar del carro en España. ¿Cómo ve el sector?

-La industria alimentaria es la única que está funcionando en estos momentos. Respecto al metal, la construcción le ha hecho mucho daño. Aún quedan algunos años para levantarnos del batacazo. No obstante, las empresas están luchando con bastante cabeza e ímpetu. Las que salgamos de ésta, estaremos más fortalecidas.

-¿De qué manera le ha afectado la crisis?

-Bastante. De 34 técnicos pasamos a cuatro y, actualmente, somos unos 14. Nos hemos tenido que reinventar, orientarnos a otros mercados y afrontar nuevas formas de venta. No hay mal que por bien no venga. Estoy aprendiendo bastante de esta crisis.

-¿Hay mucha competencia en Andalucía? ¿Y a nivel nacional?

-En Andalucía no tanta, pero sí de otras comunidades que están viendo negocio en la comunidad, sobre todo empresas valencianas, catalanas y vascas.

-¿Y personal cualificado en el sector?

-Somos unos 14, de los cuales ocho son ingenieros, y el resto técnicos electrónicos y mecánicos muy preparados. Entendemos que es difícil encontrar personal preparado en el mundo de la robótica. Por eso, nos encargamos de formar al empleado constantemente, y más en este mundo, que cada día sale algo nuevo.

-¿Por qué se decidió por este sector y no por otro?

-Es el que conozco. Desde que empecé a trabajar me dediqué a esto, me siento cómodo, aunque actualmente vKm-Automática está abriendo nuevos frentes, otras dos empresas destinadas a sectores y actividades distintas, si bien orientadas a las ingeniería. Es difícil salir de tu entorno, causa miedo, pero igual hay que hacerlo. Diversificar es una premisa para mí.

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