Veinte asociaciones andaluzas vinculadas con el mundo de la cultura presentaron ayer un manifiesto con el que denunciar la precaria y peligrosa situación a la que se ve abocada la cultura andaluza ante los recortes presupuestarios generalizados en la práctica totalidad de las administraciones e instituciones.
El manifiesto hace hincapié en la necesidad de regular mejor el sector cultural y las políticas que tienen que ver con su financiación, ya que "si bien se ha repetido hasta la saciedad que la cultura es un sector estratégico y preferente, ha sido el primero en experimentar una reducción drástica de presupuestos por parte de la administración pública". "Una mejora muy simple es la estabilidad, que las cosas se mantengan de un año para otro", declaraba Juan Ruesga, presidente de Amigos del Teatro y de las Artes Escénicas de Sevilla.
Rafael Morales, presidente de la Asociación de Gestores Culturales de Andalucía, destacaba que el dado con este manifiesto es "un caso único", pues es la primera vez que el sector, diverso y poco cohesionado, se organiza para hacer piña y difundir sus quejas.
También se matizó la creencia de que la cultura es un sector subvencionado. Morales recalcó ayer que "es un sector que se sostiene bastante bien con los recursos propios, aunque tenga subvenciones, como otros sectores".
El nuevo consejero de Cultura, Paulino Plata, aseguró ayer en una rueda de prensa que su intención es reunirse con estos colectivos para estudiar su situación, ya que las industrias culturales van a ser una de las líneas estratégicas de su departamento.
