Puede respirar tranquila, al menos por el momento. La industria energética termosolar tendrá las mismas primas que hasta ahora, de forma que queda garantizada la viabilidad de las plantas en construcción y que habían quedado en el aire después de que el Senado, a propuesta de CiU y con respaldo del PSOE, aprobara una modificación legal del sector que ayer fue tumbada por el Congreso gracias a la rectificación hecha por los socialistas.
Y es que ha sido grande la presión ejercida no sólo por las empresas -que componen un fuerte lobby, del que participan las grandes compañías energéticas-, sino también por dos comunidades gobernadas por el PSOE, las de Andalucía y Extremadura, y que son las mayores impulsoras de plantas termosolares.
Así, el propio presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, se implicó directamente en el rechazo a la alteración del vigente estatus, y Manuel Chaves, ministro de Política Territorial y ex jefe del Ejecutivo andaluz, fue quien se encargó de garantizar el pasado miércoles que el PSOE diría no en la votación que hubiera en el Congreso por la inquietud que se había generado en algunas regiones, entre ellas la andaluza.
No en vano, la industria había advertido de que si las centrales termosolares ahora en construcción no podían acogerse a las primas, habrían de paralizarse, puesto que, sin ellas, no tendrían asegurada la rentabilidad. Y bajo ese riesgo quedaban 10 plantas, unos 3.000 millones de euros de inversión y 7.000 empleos -35 centrales y más de 10.000 millones en conjunto del país-. Dentro de la comunidad andaluza, que ejerce el liderazgo estatal en el desarrollo de este tipo de energía, la sevillana era la provincia que quedaría más perjudicada.
En concreto, aunque lo avanzó Chaves, el Grupo Socialista no confirmó hasta el momento del debate en el Pleno del Congreso que rechazaría la enmienda que hace una semana pactó con CiU en el Senado y cuya redacción final, según la federación catalana, es sólo achacable a la intervención del PSOE. Es decir, que CiU echó las culpas "a la maldad" socialista, dijo que tardó 24 horas en darse cuenta de lo que implicaba el cambio legal y pidió perdón a la industria por la inquietud generada en el sector. PP e ICV también expresaron su voto en contra de la modificación y criticaron con dureza al PSOE por suscribirla, según informa la agencia Europa Press.
Básicamente tal modificación derogaba la creación del Registro de Preasignación de Potencia a la energía termosolar, dejando fuera de las primas a las plantas que estuvieran en ejecución y a todos los proyectos presentados porque se había superado el techo de 500 megavatios.
"Se debe aprender de la situación vivida. No se puede cambiar las reglas, sino que deben quedar definidas para los próximos diez años". Así se pronunció ayer el presidente de la Asociación de Promotores y Productores de Energías Renovables de Andalucía, Mariano Barroso. El sector respira.
