La sensibilidad que Miguel Hernández derrocha en sus poemas hacia la naturaleza no fue fruto de una ocurrencia cualquiera, sino que se fue forjando a fuego lento desde su infancia con el correr de los días, en pleno contacto con un entorno que le fue propicio.
De todo ello se da cuenta, con pelos y señales adaptadas al lenguaje de los niños, en la obra Miguel Hernández, pastor de sueños, editada por Anaya y que, en el año del centenario del nacimiento del poeta alicantino, no faltará en la Feria del Libro de Sevilla. Su día es hoy con dos actos bien distintos: uno ante los escolares y otro más académico.
La primera cita es entre las 11.00 y las 13.00 horas en la Carpa de la Plaza Nueva, donde los autores del libro, el especialista en la obra hernandiana José Luis Ferris y el ilustrador Max Hierro desgranarán ante un auditorio repleto de niños las singularidades de la infancia de Miguel Hernández.
Un simple vistazo al libro -del que se reproduce a la izquierda un pequeño ejemplo- permite hacerse al lector idea del peso que las ilustraciones tienen a la hora de enganchar desde la primera página. No ha sido casual, obviamente, sino que se ha tratado como un medio para llevar hasta los más pequeños lectores la peripecia vital y poética de un autor indispensable en nuestras letras.
La otra cita, la académica, es a partir de las 13.00 horas, en la Pérgola de la Feria del Libro. En ella se presentarán los trabajos del Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau. Aparte de Ferris, tomarán la palabra Víctor Casaus, Amado del Pino y Carlos Vázquez.
