Economía

«La innovación urge más agilidad administrativa y apoyo bancario»

El director general del Instituto Andaluz de Tecnología (IAT) , Miguel Ángel Luque, considera que recortar en I+D+I no invita a una economía de futuro y llama a transferir el ‘stock' de patentes universitarias

el 12 dic 2010 / 19:55 h.

Miguel Ángel Luque posa en la sede del IAT, ubicada en pleno recinto tecnológico Cartuja de la capital hispalense.

-Cuando todos tratan de salir del paso, hablar ahora de I+D+I ¿resulta congruente?

-Totalmente. Con la I+D+I no saldremos inmediatamente de la crisis, a corto plazo, pero sí haremos que la salida sea más sostenible frente al hincapié que se ha hecho hasta ahora en los sectores especulativos. Eso no significa que, por ejemplo, haya que abandonar la construcción, sí enfocarla con un modelo distinto y con más calidad, tecnología e innovación.

-¿Qué papel le corresponde a las administraciones, empresas e instituciones privadas en este camino sostenible?

-El camino se inicia en la administración, que debe fomentar la diversificación de los sectores, yendo más hacia las energías renovables, la industria aeroespacial y la metalmecánica en general, la biotecnología... En suma, todos aquéllos de media y alta tecnología, por las que, hasta ahora, Andalucía ha hecho muy poco. La comunidad se especializó en sectores tradicionales, yo diría que incluso artesanales, con una estrategia competitiva basada en el precio, y así no vamos a ningún lado, y menos frente a los países del sureste de Asia o del norte de África. Nuestra única posibilidad es competir en diferenciación, y esto implica especialización, más calidad, más diseño, mejores canales comerciales, internacionalización,... Son los elementos del éxito de una economía.

-¿Las medidas a corto se han impuesto frente al largo plazo?

-Sí. Las medidas a largo plazo se tendrían que haber tomado dos o tres años atrás y ahora no queda más remedio que el corto plazo.

-Los árboles impiden ver el bosque...

-Sí. Necesitamos un marco general estable y claro sobre cuál es la política industrial y de innovación de un país o de una región porque todos debemos saber con qué reglas de juego nos vamos a desenvolver. Hay muchas políticas, pero no una integradora. Por ejemplo, existe un plan andaluz de investigación y desarrollo, otro industrial y otro energético, pero no uno integrador con estrategias, razones y objetivos que permita a los empresarios visualizar las claves de forma global.

-Y a la hora de recortar en I+D+I, ¿quién lo hace más, la administración o la empresa?

-Los números son clarísimos y hablan de que la empresa la ha recortado muchísimo más que las administraciones en España en general y en Andalucía en particular. En la comunidad, el 65% de la inversión corresponde a la administración y la enseñanza superior, y un 35% a las empresas. El año pasado, las primeras la aumentaron y las segundas la disminuyeron. Y apretarse el cinturón en I+D+I no es lo que hay que hacer en estos momentos.

-¿Miopía?

-Sí, aunque se entiende el porqué. La I+D necesita, a su vez, de una financiación que tampoco se encuentra en el mercado, sólo dispone de la ayuda de la administración. Es necesario un capital riesgo privado y una aportación mayor de bancos y cajas, que es ahora muy escasa. El banco de la I+D+I es la administración.

-¿La lentitud administrativa también paraliza?

-Las oportunidades serán a partir de ahora más cortas en el tiempo. Por tanto, la administración tiene que ser ágil y apoyarlas, y esta agilidad es precisamente una asignatura todavía pendiente. Y es que se tarda demasiado tiempo en definir los proyectos y en resolver y conceder las ayudas, y eso no se puede hacer, y menos en el mercado de la innovación.

-¿Cómo va la ejecución del fondo tecnológico europeo en Andalucía?

-A estas alturas aún no se ha utilizado todo el fondo e incluso puede que se pierda dinero, aunque paciencia, no es tarde. La empresa está retraída en la petición de fondos dado que no quiere entrar en negocios de riesgo de largo plazo. Por el otro, el mecanismo financiero no ha sido el más adecuado, y la administración tiene que seguir afinándolo y encontrar una combinación idónea de subvención y préstamo y facilitar así que más empresas entren. Mientras, y si nos dan la oportunidad, los centros tecnológicos, como el IAT, podríamos trabajar en más programas e incluso ser nosotros, aunque seamos centros privados, cofinanciadores directos si la administración tiene en algún momento problemas para financiar algunos programas. Ya se está estudiando con el Ministerio, aunque no es fácil.

-¿Falla la cofinanciación?

-No es que esté fallando, pero nosotros seríamos más ágiles que la administración. Se tarda entre un año y año y medio en cobrarse la ayuda para un proyecto y es difícil hacer entrar a la empresa con tales plazos. Nosotros no sustituiríamos a la administración, ni mucho menos, sino que la ayudaríamos.

«El de la educación es el gran pacto pendiente»

-Me ha hablado de especialización, diversificación e internacionalización. ¿Y las personas?

-Le hablaré entonces de talento y esfuerzo. Debemos rodearnos de talento y pensar que de la crisis sólo se sale con esfuerzo. Necesitamos gente incómoda.

-¿Incómoda?

-Hemos vivido en una economía del confort. Sinceramente, creo que los países avanzan cuando se sienten incómodos, están motivados y tienen gente incómoda e inconformista.

-¿Hacen falta en la región muchos IAT y muchas Corporaciones Tecnológicas de Andalucía?

-CTA es un mecanismo muy eficaz pero le falta equilibrar el peso de las grandes y pequeñas empresas. Algunas presentan muchos proyectos y muchas, pocos. También sería necesario que grupos de investigación de los centros tecnológicos participen en los proyectos de CTA. En cuanto al IAT, llevamos 21 años sin parar de crecer. Somos 135 personas, en 2011 un 25% de su actividad será internacional, abriremos sede en Brasil, a sumar a la de México, seguimos diversificando y firmando alianzas con otras instituciones, somos enlace entre universidad y empresa, tenemos servicios propios de investigación, cerraremos 2010 con 10,5 millones de euros de facturación, para 2011 serán 12 y en ningún año hemos perdido empleo.

-¿La educación es acorde a los nuevos tiempos?

-El gran pacto pendiente en España es el de la educación. No podemos tener un modelo educativo cada cuatro años. En la universidad, además, habría que cambiar la manera en que se evalúa el currículum de profesores e investigadores, potenciando aún más la transferencia de resultados al mercado. Eso no significa que la universidad se olvide de la investigación básica, pero hay un stock enorme de conocimientos y de patentes y en el corto plazo hay que ponerlos en valor. El 95% de lo que se investiga no llega al mercado. Para la transferencia nos ofrecemos como aplicadores del conocimiento.

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