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La inoportuna petición de dimision en PNB - Miguel Cuéllar no será el próximo presidente

el 15 oct 2010 / 19:29 h.

Miembros de PNB colocan una pancarta en Los Monos.

Desde la Asociación Por Nuestro Betis (PNB) están realizando una extraordinaria labor en este largo y tortuoso proceso de regeneración del Real Betis que ellos y otras asociaciones (Béticos por el Villamarín, Liga de Juristas Béticos, Fundación Heliópolis) iniciaron hace ya unos años y que ya ha empezado a dar sus frutos, algo que muchos, muchísimos, consideraban prácticamente imposible hace apenas unos meses.

Lopera anda desaparecido en combate y a Luis Oliver y sus cuates les quedan dos telediarios. Por ello, no es éste el momento idóneo para que desde PNB reclamen ahora la dimisión de su presidente, Pepe Tirado, por no informarles de una reunión a la que asistió a finales de julio y que se pactó mantener en secreto.

Tirarse los trastos entre miembros del mismo equipo ¿o juegan en equipos distintos? a través de notas públicas –tras los nicks ya lo hacen diariamente en ese extraordinario foro de internet que es BetisWeb, otra plataforma clave en este proceso– en puertas de una Junta General Extraordinaria de Accionistas es darle argumentos al enemigo, que anda muy cortito de ellos y tratará de aprovecharlos al máximo. Tirado ya ha dicho que no dimitirá, al menos hasta la próxima asamblea de PNB, que es a la que dará las pertinentes explicaciones.

Cambios importantes. En el Betis se avecinan grandes cambios, y no me refiero a la pantomima –una más– de tratar de quitarle ahora, precisamente ahora, el nombre a Manuel Ruiz de Lopera del estadio, que tiempo habrá para ello. En la próxima Junta General deberá ser elegido un nuevo consejo de administración, cuyos miembros, en buena lógica, serán nombrados por los administradores judiciales de las acciones de Lopera (el 51% del capital social), a saber: Rafael Gordillo, Juan Manuel González Porrúa y Luis Carlos Ruiz de Huidobro, que deberán hacer encajes de bolillos para formar un consejo eficiente, con béticos altruistas, capaces y dispuestos a conducir la nave por las procelosas aguas de la transición hasta que el proceso judicial concluya.

No habrá opositores. En primera fila de la oposición hay gente muy válida, como el propio Pepe Tirado, o los hermanos Cuéllar, presidentes de la Fundación Heliópolis (Miguel) y la Liga de Juristas Béticos (Adolfo). A Miguel ya lo ha citado algún intrépido como el mejor colocado para ser el futuro presidente por ser ‘hombre de confianza’ (sic) de Porrúa, extremo que el propio Cuéllar negó ayer de forma tajante: “Con el señor Porrúa, al que desde la Fundación apoyamos incondicionalmente, he hablado una sola vez en mi vida, y delante de mucha gente”.

Mientras el proceso judicial siga en curso, ninguna de las cabezas visibles de la oposición formará parte del consejo por una mera cuestión ética y estética. Los Cuéllar y Tirado son parte acusadora de Lopera en este proceso y los administradores de sus acciones no van a caer en el error de nombrarlos a ninguno de ellos consejeros. Como tampoco caerán en el de cambiarle el nombre al campo, precisamente ahora. Han de andar con pies de plomo. Y así lo hacen.

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